Salir de día: Viajeros del viento o la aventura de subirse a un globo
La oferta de Green Aerostarción es amplia y se adapta a las necesidades de los clientes, que cada vez más contratan sus servicios como regalos o una manera de celebrar un día especial.
Volar ha sido siempre uno de los grandes sueños de la humanidad. Quizás sea por eso que más de dos siglos después de que los hermanos Joseph y Jacques Montgolfier soltaran en Francia un globo gigante de papel lleno de aire caliente, generación tras generación ansíe probar al menos una vez en la vida lo que se siente al surcar los cielos mecidos por el viento. Vivir esa experiencia está hoy al alcance de cualquiera que esté dispuesto a dejarse llevar.
Desde hace años, varias empresas realizan vuelos en globo aerostático desde la provincia de Sevilla y cada vez son más los que se atreven a contemplar el Corredor del Guadiamar o el entorno de Doñana a vista de pájaro. Ana Zapico, de la empresa Green Aerostación, explica que el vuelo en globo requiere de todo un ritual que arranca muy temprano, a eso de las siete de la mañana. "Uno de los mayores encantos de un vuelo", explica, "es que uno sabe de dónde sale pero no dónde aterrizará".
El piloto de la empresa, Blas Suero, asegura por su parte que "cada vuelo es único y especial" y deja en los pasajeros "una sensación y vivencia diferentes". Tras más de 20 años pilotando globos, Suero destaca la conexión que se produce entre pasajeros que se conocen de nada al vivir juntos una experiencia que en la mayoría de las veces es única en la vida.
La oferta de Green Aerostación es amplia y se adapta también a las necesidades de los clientes, que cada vez más contratan sus servicios como regalos o una manera de celebrar un día especial. Así, realiza vuelos regulares sábados, domingos y festivos y también tienen ofertas especiales para grupos -cada globo tiene capacidad para ocho personas-, parejas o niños para sobrevolar la provincia de Sevilla pero también lugares como Granada o Guadix.
Otra de las empresas de referencia en vuelos aerostáticos es Gloobo y uno de sus responsables, José Alfonso Fernández de Aguilar, asegura que "cada vez son más los que buscan experiencias nuevas" a la hora de hacer turismo o disfrutar de su tiempo de ocio. Su flota de globos, con capacidad para seis, ocho o diez pasajeros -también para personas con algún tipo de discapacidad- también tiene vuelos regulares fines de semana y festivos además de servicios adaptados a los clientes.
Los vuelos en globo en todo el mundo llevan aparejado un ritual que estas dos empresas pioneras en la provincia de Sevilla han hecho también suya. Así, el vuelo dura entre 60 y 90 minutos -el viento marca el fin de cada viaje por lo que no se puede saber su duración exacta- y siempre concluye con un bautismo de aire en el que se riega con champán a los pasajeros. En cuanto al precio, varía en función del servicio que se contrate pero ronda los 140 ó 150 euros por persona en los que se incluye un desayuno tras el vuelo y el seguro.
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