Un deporte del que sentirse orgulloso

Sevillano de nacimiento, Alonso Espartero comenzó a jugar al balonmano con tan sólo 8 años en el equipo de su colegio. Cuando él empezó, según cuenta, la cultura de este deporte estaba muy arraigada en la ciudad, algo que no ocurre hoy. "Ahora, no hay equipo sevillano que acuda a las competiciones nacionales". Espartero juega de portero, posición desde la que se encarga de arengar y motivar a sus compañeros, labor que realiza gustosamente. Tras superar varias lesiones y junto a los jugadores de más de 35 años, ha formado el Equipo de Balonmano de Veteranos de Sevilla. Este grupo ha participado en el XXXVI Campeonato Nacional de Alicante, donde quedaron en sexta posición. Fue en este mismo campeonato donde Alonso Espartero recibió el trofeo al mejor portero de la competición. Como jugador, el sevillano se caracteriza por ser temperamental y muy nervioso dirigiendo la defensa de todo el equipo y motivándola constantemente. Afirma que se siente muy orgulloso de su equipo y que gracias al balonmano tiene verdaderos amigos. Uno de sus retos es crear una cantera de jugadores que se asemeje a lo que la ciudad tuvo en otros tiempo, cubriendo todas las categorías y facilitando la práctica del deporte a todos aquellos jóvenes que estén interesados. Espartero destaca que el balonmano es "un deporte que forja la personalidad de sus participantes, pues pertenecer a un grupo es una experiencia única".