Ruta de Washington Irving: los siete pueblos sevillanos por los que pasó el escritor estadounidense
El escritor viajó durante la primera mitad del siglo XIX por las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla y Granada
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Hace casi 200 años, en la primera mitad del siglo XIX, ponía los pies sobre Andalucía Washington Irving, el reconocido escritor romántico y diplomático de origen estadounidense que, con sus relatos, ponía en alza la importancia histórica y cultural de la región y la situaba en el mapa como destino de sumo interés para los visitantes de cualquier parte del mundo.
Fascinado por la riqueza y el exotismo de la civilización hispanoárabe, unida a la admiración por la figura de Cristóbal Colón y su viaje a América, en el año 1829 Washington Irving recorrería varias de las provincias andaluzas para documentar, a modo de crónica, todo aquello que iba observando y viviendo, desde La Rábida, en Huelva, hasta Granada, pasando por Sevilla. Sus escritos atraerían a multitud de artistas, escritores y viajeros de Europa y el continente americano.
El itinerario que trascurre por la provincia de Sevilla se extiende a lo largo de la actual autovía A-92 que va de Sevilla a Granada, a lo largo de, aproximadamente uno 250 kilómetros de la que fue una vía de comunicación esencial durante la Edad Media. En ella el escritor visita, además de la capital, un total de siete pueblos sevillanos de gran interés que hoy conforman la que se conoce como la Ruta sevillana de Washington Irving.
Alcalá de Guadaíra
Ubicado a apenas 20 minutos de Sevilla, el municipio de Alcalá de Guadaíra destaca por su tradición panadera, de época romana, y por la gran fortificación que levantaron los almohades en la ciudad y que integra, además de sus dos castillos, los diferentes molinos de harina y las iglesias interesantes como la de Santiago y la de San Sebastián. Tras bordear la aldea de Gandul, se llega a Carmona, localidad que se dotó de fuertes murallas en los tiempos de al-Ándalus y que fue el siguiente destino del escritor en su recorrido por Andalucía.
Carmona
Carmona es una de las ciudades sevillanas con mayor patrimonio histórico. Territorio de romanos y árabes, este pueblo de la Campiña aún conserva importantes monumentos y sitios de interés como la Necrópolis Romana ,que se encuentra a las afueras de la ciudad y la antigua fortaleza musulmana, hoy Parador Nacional. A este periodo corresponde el trazado de su casco antiguo, así como numerosas obras, entre las que destacan el Alcázar de Arriba (Puerta de Sevilla), la Puerta de Córdoba, el Museo y una multitud de casas solariegas, iglesias y conventos que recorren las encantadoras calles blancas de la localidad.
Marchena
Hacia el sur de Carmona se encuentra Marchena, otro de los destinos por los que pasaría Irving, y un pueblo con un patrimonio artístico asombroso, que alcanzó plena identidad a partir de la época andalusí. Entre sus edificios más importantes destaca el Castillo de la Mota, una fortaleza levantada por los almohades en los siglos XII y XIII, y el templo de San Juan Bautista, que atesora un museo de Zurbarán. También tienen especial interés su Plaza Ducal y su recinto amurallado en el que destacan las puertas de Morón y de Sevilla, esta última también conocida como Arco de la Rosa.
Écija
Conocida como la «ciudad de las torres», o «la sartén de Andalucía» por el calor que se concentra en el municipio, Écija fue capital de distrito de la Bética romana, que mantuvo su importancia en época andalusí. Encierra uno de los conjuntos monumentales más ricos de la provincia sevillana, conservando aún importantes muestras en el recinto amurallado construidas por los almohades. Su amplio casco histórico la convirtieron en una de las capitales del barroco andaluz. En la actualidad es uno de los mayores destinos turísticos de la provincia de Sevilla.
Osuna
Tras dejar Écija, aparece el pueblo de Osuna, municipio que alberga uno de los más ricos conjuntos arquitectónicos y artísticos de la península. En lo más alto se distinguen testimonios de su pasado, como las canteras y necrópolis romanas, el edifico de la Universidad o la Colegiata. A sus pies se encuentran el convento de la Encarnación y el Museo Arqueológico. Cuesta abajo se abre la Plaza Mayor y largas calles llenas de iglesias y nobles casas-palacio. Entre ellas, la calle de San Pedro, declarada una de las más bonitas de Europa según la Unesco.
Estepa
Conocida nacionalmente por la elaboración de los tradicionales mantecados y polvorones, sobre todo durante la época navideña, Estepa se encuentra en una posición estratégica en la provincia, limitando ya con Málaga. Su cerro aparece rematado por el castillo, la iglesia de Santa María y el convento de Santa Clara. Son destacables su Torre de la Victoria, su recinto amurallado y sus numerosos edificios históricos de carácter civil y religioso.
La Roda de Andalucía
Justo antes de llegar a la provincia malagueña se encuentra el pequeño pueblo de La Roda de Andalucía, en un área que permaneció despoblada durante siglos al constituir una agitada "tierra de nadie". Enclavada en la comarca de la Sierra Sur, en este municipio destacan la Iglesia Parroquial de Santa Ana y la Capilla de las Esclavas. Aquí al salmorejo se le llama porra, por su cercanía con la jerga malagueña, y los dulces típicos son los mantecados y los ochíos, por haber pertenecido hasta el siglo XIX al marquesado de Estepa. De ahí también su tradición olivarera, siendo la aceituna de mesa y el aceite de oliva virgen extra los dos productos estrella de su economía.
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