Autobiografía docente
Síndrome expresivo 88
Saca un folio en blanco, respeta los cuatro márgenes, cuidado con la letra, silencio, no uses el típex ni taches en exceso, organiza un esquema antes de empezar a escribir, apaga el móvil mientras estudias, numera las páginas, los títulos no llevan punto y final, copia la pizarra rápido que tengo que borrar, levanta la cabeza, separa las líneas con un espacio proporcionado, deja de hablar con el compañero y atiende, no está permitido usar la falsilla, escribe con bolígrafo azul, levanta la mano antes de hablar, no apelotones las palabras al final del folio, el doble espacio no se combina con la sangría, eso sí, no confundas la sangría tipográfica con una hemorragia o con una bebida veraniega.
Vocaliza, abre la boca, bebe agua para refrescar el aparato fonador, no te pases de listo, el ritmo en la expresión oral se aprende con esfuerzo, lee treinta minutos al día, abre un poco las piernas para equilibrar el peso, saca las manos de los bolsillos, no te crujas los dedos durante tu presentación, mira a todo el público, tranquilo, deja de tocarte el flequillo, piensa en que lo vas a hacer bien, no juegues con los anillos y pulseras, modula la voz, haz pausas estudiadas para respirar, levanta los hombros, no pasa nada, el público no sabe lo que vas a decir, escúchame con atención, todos hemos pasado por lo mismo, cuenta alguna historia personal para captar la atención del público, olvídate de aquel compañero dormido, evita las muletillas, mantén la concentración, recuerda que todo aprendizaje implica un esfuerzo.
Existen los párrafos y los puntos y seguidos, no abuses de las comas sin sentido, de momento, deja al punto y coma tranquilo en su rincón, tras los signos interrogativos y exclamativos de cierre nunca escribas punto, no combines el etcétera con los puntos suspensivos y recuerda que son tres y ni uno más, la información entre paréntesis nunca deber ser kilométrica, la sangría al inicio de párrafo es opcional, sé que te lo he dicho antes, soy muy pesado, sé limpio en la redacción, el ojo humano agradece el descanso del blanco frente a la condensación rácana de la tinta negra, redacta, redacta y déjate de enumeraciones en forma de lista, no escribes para ti, no te entiendo, evalúo lo que leo, si quisiste explicarlo, parece que no lo conseguiste, no te agobies, todos hemos cometido estos errores, nadie nace sabiendo, escribir bien no es nada fácil, échame cuenta a mí que soy tu profesor y pasa de los consejos de tu padre, pero no se lo digas.
Interpreta el significado de las palabras según el contexto, los sinónimos existen y son parciales, no te dejes embaucar por la subjetividad del autor, sé crítico y argumenta tus afirmaciones, lee, lee con entusiasmo, la voracidad lectora siempre te ayudará en la vida, aprecia el estilo en la expresión oral y escrita, no te conformes con el anglicismo estúpido e innecesario, rebélate contra los que desprecian los libros, curiosea de vez en cuando el diccionario, recita en voz alta tu poema favorito, atrévete a crear una historia enloquecida, trágica, amorosa, distópica, cómica, disfruta de la libertad de los mundos de ficción, cierra el libro cuando te aburras, relee un fragmento cuando te deslumbre, arranca las páginas cuando entres en trance, subraya las sentencias que guíen tu existencia, sueña con tus personajes favoritos, imagina, juega, diviértete con descaro, no olvides leer cada día.
Los gerundios anulan la riqueza de los matices, los infinitivos te arrastran al vacío de la impersonalidad, lee tus palabras en voz alta, cuidado con las rimas internas, nunca nos hagas sufrir con un estrangulamiento en un aparcamiento, exprésate con claridad, coloca los sintagmas en orden, pon el sujeto delante del verbo conjugado y, a continuación, los complementos, no rompas el ritmo con las comas asesinas, te he dicho mil veces que no me gustan los adverbios acabados en -mente, habla en público sin la maldita pantalla, mira a los ojos, cuéntanos algo que no sepamos, no improvises las bromas, lee, lee, por favor, sí, soy un auténtico pelmazo, algunos padres me lo recuerdan en sus correos con faltas ortográficas y sin estructura, pero yo quiero que leas, peleo por tu futuro, ya te habrás dado cuenta de que los adultos no son tan listos como creen, nunca los verás con un libro entre las manos, pasa de ellos y lee, ellos ya no tienen arreglo, son felices en su ignorancia, lee aunque sea a escondidas, pero no digas que yo te lo advertí, nos perseguirán a los dos y pedirán mi cabeza, cierra la boca y pasa al párrafo siguiente.
El verbo leer no soporta el imperativo, tampoco los verbos amar y odiar, siéntete libre de leer y escribir lo que te dé la gana, no seas esclavo de un me gusta estéril e hipócrita, ríete de los iletrados, caricaturiza a los que pierden decenas de horas atrapados en la pantalla, búrlate de los incultos con ropa de marca, llena tu cabeza de palabras, de ideas, de reflexiones, de dudas, de viajes inverosímiles, de pasiones inconfesables, de ideales humanísticos, de verdades incómodas, de preguntas y dilemas irresolubles, de misterios imposibles, lee para vivir, crea para cambiar el trágico destino de los hombres, aprende para mirar más allá, duda para comprender… Vale.
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