No, no digas a mí la feria no me gusta, porque traicionarás a tus palabras sin apenas darte cuenta.

El conocimiento actual está desenfocado, es infantil, humanizando a los animales y renegando de su naturaleza.

Hablarles de cualquier otra cosa no sólo es contribuir al ruido sino silenciar aquello que tiene voz propia.

El efecto más perverso de este mundo de apariencias es que termina por hacernos dudar de la "verdad verdadera".

Parar el mundo no sirve para retratarlo. El mundo es movimiento y vida. Sólo podemos reconocernos en los demás.

Cuando salimos a la calle por la mañana la vida es otra, tiene otro sonido.

Deberíamos hacer el esfuerzo de dudar y no aceptar cualquier ocurrencia. No quedarnos en lo fácil.

La izquierda no protesta por que haya ricos y pobres sino, precisamente, por quedarse sin ricos.

No puede ser, a la vez, la orgullosa promotora de la ley y víctima de los desaguisados que no ha sabido prever.

Vox tiene claro que esta es la suya y no va a dejar pasar la oportunidad de hacer algo inútil pero esperpéntico a la vez.