El Real Betis Futsal se medía a Servigroup Peñíscola, un reto mayúsculo para cerrar la jornada 22 en la Primera División LNFS. Primero por tratarse de un rival directo con el que pugnar no solo en puntos, sino en un dichoso goal average en el que los sevillanos no salen bien parados con nadie. Y segundo por frenar una hemorragia que a día de hoy parece condenada al peor diagnóstico. En Amate, los béticos desconectaron una vez más, antes incluso de llegar al descanso, al que se fueron con un 0-5 en contra imposible de levantar.

Cuando desenchufan el cable, el servidor no responde. El juego del Real Betis es limitado. Sin recursos en el pívot, o teniéndolos no siendo usados, el juego de cuatro sirve para tener el balón en movimiento todo el tiempo sí, pero con previsibilidad en la mayoría de posesiones. La actitud y predisposición del equipo verdiblanco a voltear la situación se iba a mirar con lupa esta jornada, por supuesto también la de su líder en el área técnica. Bruno García se mostraba incisivo desde el inicio, agitando las manos como si controlara a su equipo con un mando de la consola. Ojalá fuera así de fácil, pues se podría bajar el modo de dificultad.

Todos los cables fuera

El Real Betis apretaba desde el inicio, con el quinteto más válido. Así lo han demostrado Juan Molina, Piqueras, Lin y Raúl Jiménez cuando han estado, pero sobre todo cuando no aparecían en el quinteto inicial. La primera ocasión se la apuntaban los locales, Raúl Jiménez estrellaba un balón al palo (2’) cuando el público seguía -aunque fuera a cuenta gotas- entrando. Pero los que se adelantaron en el marcador fueron los visitantes. Juanqui, en un estado dulce remató a placer, salivando la celebración antes de que el balón llegará al segundo palo (5’).

Hubiera cambiado mucho todo lo que pasó después si en una de las triples ocasiones claras que tuvieron en el minuto 9 los sevillanos, la pelota hubiera entrado. No es un juego de futurólogos este deporte, y lo que reflejó la realidad fue bien distinto. Víctor Pérez (10’) primero y Pani (10’) después tras una pérdida de Lin fueron el trago más amargo. Tampoco brilló el que siempre lo hace. En la primera mitad el Real Betis fue un juguete a manos del club valenciano, y hablar de esto cuando tu rival es alguien directo en la lucha por la permanencia, es preocupante. El agravante es aún mayor al hablar de las cifras que muestran los goles encajados. Dos más antes del descanso y un 0-5 que mostraba todas las costuras.

En la segunda mitad, a que pasara el reloj

La situación era y es preocupante, la concatenación de malos marcadores apuntan hacia un trágico destino. El goal average estaba perdido y solo quedaba lavar la imagen. Los colegiados señalaron el descanso y el sector de la grada más leal que tiene la sección lanzaba: “Bruno, vete ya”. En la segunda mitad el técnico verdiblanco apostó por el juego de cinco alternando con Roger y Cristian Povea pero la mochila pesaba un quintal. Las ocasiones llegarían como marca la lógica de la superioridad numérica. Sin embargo, el club de la ciudad del Castillo de Papa Luna sumó el sexto. Fue Matías Starna, hermano de Gonzalo, del Real Betis. No faltaron especias y condimentos al partido, pero con sabor a disgusto.

Cuando dos equipos altamente irregulares se enfrentan puede pasar de todo, pero nadie esperaba este resultado. Peñíscola nunca había ganado en Sevilla al Real Betis. Los peñiscolanos aprovecharon sus bazas: una plantilla mucho más joven en su núcleo que sí que demuestra en la pista seguir en Primera División. Era su oportunidad y la aprovecharon. Xota FS acumula 7 derrotas consecutivas y con los tres puntos de vuelta a la Comunidad Valenciana podían superar en la tabla a un rival que no se esperaba por estos lares.

Xota FS abre el abanico, pero el Real Betis parece estar empeñado en cerrarlo

Noia Portus Apostoli y un Family Cash Alzira FS lanzado tras salir del farolillo rojo en el que se había estancado toda la temporada, están a escasas pulgadas (a 2 y 1 punto respectivamente) del Betis Futsal. Los sevillanos de momento están fuera del descenso. Una jornada más en la que eleven el tono de voz más alto que los verdiblancos y el fango habrá superado las rodillas de Bruno García y los suyos.