Una cantidad nimia, atendiendo al mercado futbolístico, no a la economía doméstica, obviamente, frustró la cesión de Chevantón al Bolonia. El futbolista estaba como loco por volver a Italia y relanzar su carrera. Los tifosi lo esperaban con los brazos abiertos. El Sevilla incluso llegó a aceptar algo que no suele, compartir el pago de la elevada ficha de 1,9 millones de euros del jugador. Y el agente de éste casi suspiraba de alivio viendo que la operación estaba casi hecha. Hasta que Fabrizio Salvatori, director deportivo del Bolonia, dijo no.

Según el Corriere dello Sport, 100.000 euros se convirtieron en el muro insalvable para el club de la Emilia-Romagna. El rotativo italiano ofrece datos relevantes. Daniel Delgado, representante del uruguayo, negociaba en el hotel Westin Palaca, en la Piazza della Repubblica, con hilo directo con Monchi. Chevantón casi suplicaba que se encontrara la solución que satisficiera a las tres partes, pero el club italiano se echó para atrás. Esta misma semana, Delgado era preguntado por la razón del frustrado préstamo: "Pregúntele al Bolonia", replicó.

Lo cierto es que el uruguayo se ha quedado en Sevilla, ha sido inscrito en la LFP con el dorsal 15 -el que poseía Mosquera- y ahora tiene que afrontar una extraña temporada, sin el favor del entrenador ni casi de José María del Nido por la actitud que ha tenido antes del clavo ardiendo del Bolonia. Ayer tampoco se entrenó, pues se recupera de una contractura.