Finalizado el encuentro, las caras de los jugadores del Sevilla eran un poema. Agotado pero orgulloso, Vitolo fue de los primeros en reconocer que el gol de Pedro cayó como un jarro de agua fría. "Fue un palo. Me alegro por él, porque es paisano y se lo merece, pero la verdad es que nos amargó".

Pese a la derrota, el canario remarcó que el equipo estuvo "de diez", porque "remontarle un cuatro a uno al Barcelona en una final no es nada fácil". Pero uno de los jugadores azulgrana marcó las diferencias en el estadio georgiano. Y ese no fue otro que Leo Messi. "Para mí es el mejor jugador de la historia. Hoy hizo un partidazo y cuando él está en el campo marca la diferencia", destacó Vitolo, muy satisfecho con su actuación y la del resto de sus compañeros: "Luchamos hasta el final y nunca bajamos los brazos".

Si hubo alguien que sufrió especialmente la calidad de Messi fue Beto. Preguntado por el acierto del argentino, el portero no pudo más que rendirse a la evidencia: "Es muy difícil pararle las faltas a Messi. Hoy metió las dos". Aun así, el portugués reiteró el "coraje" que demostró la plantilla: "Jugar una final así y luego no llevarte el título da rabia, pero de todas formas me siento muy feliz. Esta noche hemos ganado respeto. Nunca vi a nadie hacer lo que nosotros hicimos y eso es un ejemplo de esfuerzo y sacrificio. Así que es para que la afición este orgullosa".

Adil Rami, insistió en la fuerza que demostró el equipo, empezando por él mismo: "Estos días he perdido mucho peso y físicamente estaba mal". El francés, además, aprovechó para avisar que "esta temporada el equipo puede hacer muchas cosas".

En alusión al "dicen que nunca se rinde"tan característico del himno del Sevilla, Iborra afirmó que, "puestos a perder, mejor hacerlo así siempre". "El equipo lo dio todo, así que podemos sacar conclusiones positivas. Luchamos hasta el final", indicó. "Da rabia, mucha rabia", añadió Coke, quien difícilmente olvidará el cabezazo que a punto estuvo de colarse en la portería de Ter Stegen.