"Sevilla me ha vuelto a dar la vida"

El trabajo está encauzado, pero hay que rematarlo. Es el mensaje que lleva dado desde hace tiempo Luis Casimiro, tanto cuando el equipo encadenó a su llegada tres triunfos vitales (frente al Valencia, el CAI y el Bilbao), como cuando tropezó en citas clave como frente al UCAM Murcia o en Fuenlabrada. Paso a paso, el tópico de los tópicos en el deporte, pero lo cierto es que la soga aprieta menos tras dos triunfos, con el Manresa y el Unicaja, vitales. Pero queda camino por andar.

"No ha escampado del todo. Llueve menos, pero aún no estamos en el refugio. Tanto en Manresa como ante el Unicaja dimos saltitos. Antes dábamos pasitos y ahora hemos dado un pequeño salto que nos acerca al objetivo, pero debemos seguir con mucha cautela. En el vestuario se debe tener aún mucha humildad y no olvidar de dónde veníamos para afrontar los partidos que nos quedan. Lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo no nos lleva a ningún sitio", afirmó en Radio Marca el técnico del CB Sevilla, que sólo piensa en cómo parar a Jawai y Bogdanovic en el fortín andorrano: "Los entrenadores tenemos que luchar contracorriente. Tras ganar a Unicaja parece que está prácticamente conseguido el objetivo y me toca remar en contra. Tengo que poner los pies de los jugadores en la tierra, porque la historia está llena de trabajos inacabados. Hay que olvidarse del pasado inmediato. Ahora mando el mismo mensaje que cuando llegué: hay que pensar en el siguiente partido, la siguiente acción, la próxima posesión... Hay que olvidarse del pasado y pensar sólo en el Andorra".

Desde que aterrizó en la capital hispalense 12 jornadas atrás (7-5 es el balance de un técnico que está arreglando lo que, en palabras de Scott Roth, no sacaba adelante Phil Jackson, Popovich ni Pablo Laso), Casimiro ha dotado al conjunto de señas de identidad propias como la circulación de balón y el juego como equipo, aunque la clave son "los jugadores". "Me encontré un grupo sano, con buena química, con muchas ganas y deseo de salir adelante, jóvenes que son increíbles con un entusiasmo sano y unos expertos con ganas de no sufrir. Sólo puse coherencia, una buena mentalidad y trabajo estratégico en ataque y defensa. El resto lo han hecho los jugadores", afirmó el técnico.

Falta rematar la faena y no quiere hablar de otra cosa el preparador manchego, que firmó sólo por lo que resta de temporada. "Sevilla me ha vuelto a dar la vida a nivel profesional. Estoy muy agradecido a la persona que tomó en su día la decisión de traerme aquí. Había que atreverse, porque no me olvido cuál era mi situación (destituido del Fuenlabrada) y era de una valentía total traerme aquí. Me devolvió la vida baloncestística, con un equipo fenomenal y unos chicos que se dejan entrenar de maravilla. Estoy encantado en la ciudad y me siento identificado e integrado en el club. Por mi parte no va a haber ningún problema para seguir, aunque eso no depende de mí", aseguró Casimiro, quien, como en su día aconsejara Aíto García Reneses a Satoransky, le ha recomendado a Porzingis que siga un año más antes de apostar por la NBA: "He hablado con él. Tiene una gran madurez y no le afecta demasiado el tema del draft. Le he dicho que disfrute del momento y le he aconsejado que se quede. Hay muchos intereses a su alrededor, pero yo le di mi sincera y humilde opinión. Sería bueno y no le molestaría un año más de experiencia europea".

La disposición del letón será clave ante el Andorra, pues "es capaz de ayudar a darle la vuelta a un partido como hizo en Manresa", indicó. ¿Ganar en Andorra es la permanencia? "Si me pongo a echar cuentas, estaría faltando a lo que he pedido en el vestuario: mirar siempre adelante con ambición".