Presentación Betis Baloncesto

Ilusión con pies de plomo

  • El Betis regresa a la ACB con grandes expectativas y fichajes ambiciosos, aun siendo consciente de su condición de recién ascendido en una liga cada vez más competitiva

La plantilla del Coosur Real Betis posa en el Benito Villamarín.

La plantilla del Coosur Real Betis posa en el Benito Villamarín. / Coosur Betis Baloncesto

Cumplido el objetivo la pasada campaña, de largo, el Betis Baloncesto, con Coosur de nombre propio estrenándose en el patrocinio, afronta esta temporada el verdadero inicio del reto del proyecto que arrancó la temporada anterior. Ascendió casi con la gorra, acumulando récords y títulos, pero el paseo se acabó. En la ACB deja de ser el rival a batir para ser un recién ascendido que, tras dos descensos consecutivos (sólo uno hecho efectivo), debe asentarse de nuevo en la Liga Endesa desde la tranquilidad para, más adelante, seguir avanzando y, por qué no, mirar a Europa en ese crecimiento sostenido tan ansiado como necesitado.

La Liga Endesa es otra cosa y ese grupo ganador de la LEB Oro se desintegró. Las exigencias son mayores y sólo aguantaron el tirón el capitán Pablo Almazán, un todoterreno como Borg, una apuesta de futuro como Obi y Malmanis. Eso sí, al frente, como no podía ser de otra manera, sigue un Curro Segura con ganas de quitarse el mal sabor de boca que le dejó su última presencia como primer entrenador en la ACB con el CB Granada. El técnico tiene claro qué quiere de su equipo y la forma de jugar. Consciente de que tiene jugadores con puntos, la idea es la misma que en su primer año: defender para correr a campo abierto y exprimir al máximo a sus jugadores cuando estén en la pista, aprovechando la profundidad de una plantilla de calidad, polivalente y larga (13 fichas) con un partido por semana sólo.

Cuatro jugadores siguen del ascenso y el equipo tiene 13 fichas tras nueve fichajes

Tuvo trabajo la dupla que forman Juanma Rodríguez, director deportivo, y Asier Alonso, secretario técnico.Tenían claro que la base de los fichajes debía tener experiencia en la categoría, pero también calidad. Y fueron cayendo los hombres. Albert Oliver asegura control del juego y, a sus 41 años, llega con la ilusión de un joven, pero con la serenidad y tranquilidad que dan sus 18 ejercicios previos seguidos en la ACB. A su lado tendrá a un joven Sipahi, que recuerda, salvando las distancias, en el físico y en el bote a un tal Satoransky. Palabras mayores por Sevilla. Promesa otomana puesta en el escaparate por Obradovic en el Fenerbahçe, el base llevará el peso del equipo y de él dependerá que este Betis sea, como dicen algunos, uno de los equipos revelación del torneo.

K.C. Rivers lanza un triple en el duelo de la Copa Andalucía ante el Unicaja. K.C. Rivers lanza un triple en el duelo de la Copa Andalucía ante el Unicaja.

K.C. Rivers lanza un triple en el duelo de la Copa Andalucía ante el Unicaja. / Juan Carlos Vázquez

Papel importante tendrá la línea exterior que lidera un campeón de la Euroliga como K.C.Rivers. Lo que dure en Sevilla (cuenta con cláusulas de salida durante el curso), bueno será. Si entran los triples, todo será más fácil, porque el juego interior presenta más dudas. No así los exteriores, con Conger y el mundialista A.J. Slaungter, fichado para hacer de escolta aunque su capacidad para subir la pelota y dirigir al equipo, demostrada ya con Polonia incluso frente a la campeona del mundo España, le quitará a alguno posibles dolores de cabeza el día que Sipahi pague el precio de pasar de jugar en Turquía a hacerlo en la ACB.

La plantilla combina experiencia y calidad con juventud y algunos novatos en la liga

El plantel se completa con un juego interior que mezcla la experiencia de Nacho Martín, un ala-pívot curtido ya en mil batallas con amenaza desde el triple y capacidad para pegarse por dentro con cualquiera; y Whittington, que tras dejar buen sabor de boca en el Obradoiro (2016-17) y resarcirse en el Estudiantes de su paso por el Andorra (ambos equipos la pasada campaña), necesita dar un paso adelante. Tiene talla, calidad y, encima, un pasaporte comunitario, pero le falta quitarse esa alergia a la pintura que le hace salirse más de lo que desean sus entrenadores.

Junto a ellos, dos apuestas como Izundu, que llega de la NCAA, y Niang, que tras salir de su zona de confort de Tenerife busca nuevos retos y un rol distinto al de simplemente salir del banquillo a revolucionar los partidos. Capacidad reboteadora y contundencia en el aro rival para dotar de músculo y centímetros a un conjunto que necesitará de todos sus interiores, sobre todo el día que los triples no entren. Que los habrá.

Las sensaciones en la pretemporada, en general, han sido positivas, pero la liga es otra cosa y el Betis deberá redoblar esfuerzos en el año de su regreso a la ACB. Seguramente nunca debió irse, pero lo importante es que está de vuelta y con un plantel que sobre el papel hará disfrutar a la afición con su capacidad de lucha (le levantó un –13 al Unicaja en el último amistoso) y con los triunfos que lleguen. Mientras más, mejor para una afición que necesita ganar mucho para reengancharse al baloncesto y, como el equipo, ir creciendo de la mano de nuevo en la Liga Endesa.  

La plantilla del Coosur Betis posa en las Hacienda Guzmán de su pratrocinador. La plantilla del Coosur Betis posa en las Hacienda Guzmán de su pratrocinador.

La plantilla del Coosur Betis posa en las Hacienda Guzmán de su pratrocinador. / José Ángel García

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