Betis Baloncesto

Jeremy Pargo, la edad y el Betis Baloncesto, como Elmer Bennett y el Cajasol

  • En la 2007-08, en una difícil situación aunque no tan extrema como la de esta campaña, el entonces conjunto cajista firmó también a uno de los mejores bases de la ACB ya con 37 años

  • El nuevo jugador bético llega con poco margen de error, ya que el equipo está a dos triunfos de la salvación a falta de ocho jornadas

Elmer Bennet posa en San Pablo cuando era jugador del Cajasol.

Elmer Bennet posa en San Pablo cuando era jugador del Cajasol. / Jaime Martínez

El fichaje de Jeremy Pargo por el Betis Baloncesto ya es oficial. Una incorporación de postín para el conjunto verdiblanco, náufrago en la dirección desde el traspaso de Evans y la lesión de Pozas en una posición en la Josh Gray no cubrió el vacía dejado por la pérdida de sus dos referencias. Pargo llega a Sevilla con 37 años recién cumplidos y una misión: salvar de la quema al equipo.

El base estadounidense cuenta con una dilatada trayectoria. Jugador de Euroliga con el Maccabi y el CSKA Moscú, su calidad está fuera de toda duda. Ahora se estrenará en la Liga Endesa proveniente de la G-League con los Windy City Bulls de Chicago, con los que promedió 10 puntos, dos rebotes y cinco asistencias en 26 encuentros.

A él, además de un un grupo que lideran Montero, Tyson Pérez, Gerun y el propio Luis Casimiro, se agarra un Betis que ha hecho un último esfuerzo en busca de otra agónica salvación en la Liga Endesa. No es la primera vez y, salvando las distancias, el fichaje de Pargo por el cuadro verdiblanco se asemeja al que hizo en su día el entonces Cajasol con otro mito en la historia de la ACB: Elmer Bennett.

Bennett, aquel base que aprovechó la lesión de André Turner para llevar al Baskonia de Sergio Scariolo al título de la Copa del Rey ante el histótico Caja San Fernando de Javier Imbroda en 1999, llegó en 2008 a un equipo que, vestido de negro y con una campaña en verano nada acertada ("Lo verás todo muy negro"), coqueteaba con los puestos de descenso, aunque con una victoria de renta tras 15 jornadas todavía con el campeón olímpico Rubén Magnano en el banquillo.

El base estadounidense, después de seis temporadas en Vitoria, dos en el Real Madrid y otras dos en la Penya, estaba, en la recta final de su carrera sin equipo en su país. No tenía por qué meterse en semejante berenjenal, pero la caja ponía dinero y el jugador todavía tenía ilusión por jugar. Nacido el 13 de febrero de 1970, debutó con el Cajasol el 6 de enero de 2008, a poco más de un mes de cumplir los 38 años. Con 37 recién cumplidos llega Pargo. Con 4 puntos, tres rebotes y dos asistencias se estrenó en la derrota frente al Real Madrid, pero una jornada después ya demostró su talento en Málaga con 20 puntos al Unicaja. Al final acabó promediando esa campaña en 19 partidos 11,5 puntos, dos rebotes y 4,8 asistencias siendo clave en una salvación en la que se reencontró con Manel Comas, que cogió al equipo dos partidos después de la llegada de Bennett. Tenía tiempo para la reacción aquel Cajasol con 19 jornadas por delante, mientras que Pargo apenas tendrá ocho para ayudar a obrar el milagro. El margen de e error es muy reducido.

Sus buenos números demostraron que aún tenía mucha magia en sus manos y renovó por una campaña más, pero la cosa no salió bien. Físicamente, que es algo clave a esa edad, no estaba bien y tras cuatro derrotas seguidas al principio del curso decidió marcharse y colgar las zapatillas. Fue el inicio de otra campaña en la que se fichó mucho y mal durante el curso (Tyus Edney y DeJuan Collins, entre otros) para cubrir las carencias en una posición clave hasta que llegó Branko Milisavljevic, un balcánico con cara de pocos amigos que a sus 33 años le dio el plus que necesitaba el equipo junto a otros dos fichajes de urgencias. Nik Caner-Medley y, sobre todo, el estratosférico Clay Tucker: inolvidables sus 37 puntos en la Fonteta. Más recientemente cabe recordar las figuras de Erick Green o la misma incorporación de Luis Casimiro en la 2014-15, cuando cogió al equipo colista con la segunda vuelta por delante.

Sabe mucho de esto de fichar de urgencia el equipo sevillano, con cualquiera de sus nombres, que en las últimas dos décadas apenas estuvo tranquilo las tres campañas de la primera etapa de Joan Plaza y la segunda de Aíto García Reneses, que también lo pasó mal en su primer ejercicio con un conjunto que estaba por hacer para dar la última gran alegría en forma de play off al baloncesto sevillano en la élite en la 2013-14. Desde entonces, dos descensos de verdiblanco, sólo uno hecho efectivo, sufridas permanencia y un ascenso de carrerilla desde la LEB Oro.

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