Cuando incluso alguna gente se marchaba del estadio para evitar los atascos pensando que el Betis se llevaría los tres puntos, una falta evitable de Miki Roqué y una mala acción de Goitia lastraron al equipo de Pepe Mel. La falta de oficio para amarrar el partido en los instantes finales ya habían sido las constantes béticas durante muchos minutos, pero incluso así el Betis pudo empezar ganando y luego culminar la remontada.

Insistió Mel durante la semana a sus jugadores para que se replegasen rápido con la intención de mantener las líneas juntas, pero ese guión previsto sólo se cumplió en la segunda parte. En la primera, el joven equipo canario realizó un juego brillante, aunque sólo encontró el premio de un gol. El Betis también pudo marcar, en dos contras de Caffa, pero lo suyo eran ocasiones sin fútbol.

Defensa

La movilidad y habilidad de Jonathan Viera, las arrancadas de Vitolo o Álvaro Cejudo y los desmarques de Guayre trajeron en jaque a la zaga bética. Miguel Lopes pasó despistado todo el primer tiempo y Roversio era incapaz de contener a los veloces atacantes locales. Ni el enorme despliegue físico de Beñat ni las ayudas de Iriney taponaban los agujeros.

El Betis es otro tras el descanso. Con las líneas más juntas y con la idea de la defensa en la mente de todos, el equipo no pasa apuros con el balón lejos de Goitia hasta la desgraciada jugada del descuento que cuesta el empate.

Ataque

No realiza el Betis un fútbol redondo en ningún momento del encuentro, pero sí goza antes del descanso de hasta tres ocasiones delante de Barbosa al aprovechar los enormes huecos que ofrece una defensa local plantada casi en el mediocampo o que deja pocos efectivos cuando acude a la estrategia en ataque.

La entrada de Ezequiel aporta mayor verticalidad, lo que repercutiría en el gol del empate y nadie sabe qué hubiera ocurrido si Emana no se autoexpulsa. Sin aparecer demasiado en este encuentro, Rubén Castro sí mantuvo su enorme racha goleadora.

virtudes

No le perdió nunca la cara al partido. Ni con un gol en contra, ni cuando se quedó con diez el Betis se descompuso y eso le pudo valer para llevarse la victoria.

talón de aquiles

Las desaplicaciones defensivas del primer tiempo y la falta de oficio tanto de Emana como de todos para amarrar al final el triunfo.