Desembarco de famosos

SI una mañana de viernes de Feria de Abril uno se despierta y, al poner El programa de Ana Rosa, no ve a su conductora frente a las cámaras...¡Bingo! Eso es señal de que la Quintana ha cogido caminito al Sur y, al lado de su marido, Juan Muñoz, se ha plantado en la capital andaluza dispuesta a disfrutar de su ciudad política. Y como dicen aquello de que "Sevilla es mejor suegra que madre", a la presentadora -que se vistió con un traje de Juana Martín con volantes en las mangas- se le recibe aquí con tanto cariño que no deja de venir, siempre que puede, a fiestas, como ésta del real, en la que compareció ante los medios, a mediodía, aclarando, entre otras cosas, que sus niños estaban en el cole y que prefiere esperar para traerlos al año que viene, cuando sean más mayores. Socia de una caseta de la calle Chicuelo, Ana Rosa había invitado a ella a otras populares como Cari Lapique o la modelo Nieves Álvarez -de visita toda la semana con una amiga íntima-, a la que los fotógrafos no consiguieron, a pesar de sus peticiones, arrancar un muy solicitado posado.

Por su parte, Antonia Dell'Atte -amable, ingeniosa, divertida, ocurrente- atendió a los periodistas mientras lucía una creación de Aurora Gaviño que no hacía sino reforzar su ya de por sí contundente personalidad. Luego, por la noche, la italiana acudió a una cita en el Consulado local de su país, donde otra de las estrellas invitadas era Inés Sastre, quien comentaba, a primera hora de la tarde, cómo era la primera vez que vivía, en primera persona, nuestra gran exaltación de la primavera y que de flamenca se sentía cómoda y, algo normal, muy favorecida.

Claro que guapa, lo que se dice guapa, estaba Carmen Lomana con una elegante creación de Pilar Vera -de rojo pasión y lunares blancos- y montada en coche de caballos con Albert Castillón, uno de los conductores, en Antena 3, del programa Espejo público de Susana Griso. Ambos hacían muy buena pareja... para la foto, puesto que, cada uno por su lado, los dos tienen ocupado el corazón. En concreto Carmen lleva un tiempo saliendo con Ángel Casaña, caballero que no deja de estar pendiente de una dama, la cual, a este paso, terminará haciéndose de vivienda propia en nuestra tierra porque, visto lo visto, cada vez pasa más tiempo con sus amigos andaluces.

Lo que yo les diga... ¡No sabemos lo que tenemos! Y lo que es peor, ¡no valoramos las cosas hasta que las perdemos! Por eso hay que echarle una mano a los profesionales de las sevillanas, víctimas de una muy mala racha ante la que han decidido recoger firmas, como apoyo ante las instituciones, de esta música tan nuestra y tan, en muchas ocasiones, poco valorada. Una reivindicación de la que pude hablar con gente luchadora como la cineasta Pilar Távora o mi querida Sara Vega, uno de los descubrimientos musicales de los últimos tiempos que, para pronto, prepara un nuevo disco con el que volverá dispuesta a sorprendernos gracias al que le gustaría supusiera un cambio importante de estilo. Mientras, Sara -amante incondicional de la moda- sigue encontrando todo el apoyo de su hermana Paz, que, en las que han sido unas pequeñas vacaciones para ella y su familia, nos ha turbado con su belleza en los toros, en saraos como el de Pepe García de Tejada o hasta sobre el ferial albero junto a su atractivo esposo Orson Salazar.

Y, aunque parecía que no s e terminaban de decidir, al final, Carmen Tello y Curro Romero hicieron aparición, en esta ocasión, sin la duquesa de Alba que, tal y como avanzó, no ha encontrado oportuno, hasta el momento, darse su tradicional paseo por la Feria (que, por otro lado, hubiera sido el primero como "señora de" Alfonso Díez). Sin embargo, Cayetano Martínez de Irujo sí que tiene previsto convertirse en presentador del Circo Mundial, mañana domingo, apoyando una representación a beneficio de Unicef en la que podrían estar los niños del jinete. ¿Acudirá también Genoveva Casanova, con la que se rumorea vive una posible reconciliación? Sea como sea, el espectáculo debe continuar...