Juliette Binoche: "En Europa el arte va antes que el negocio, en Hollywood es al revés"
La actriz francesa presenta en el Festival de Sevilla su debut como directora, 'In-I In Motion', y recogerá el Giraldillo de Honor que reconoce su trayectoria.
Juliette Binoche: "Actuar es dirigir en cierto modo, de una manera invisible"
La francesa Juliette Binoche cree que el público desconoce qué ocurre durante el proceso creativo, "sólo ve los resultados", y por esa razón ha dedicado su debut como directora, In-I In Motion, a mostrar "el sudor y el trabajo" que encierra toda obra artística, el "mundo interior" de los implicados, las dudas, la "tensión y las risas" que se viven en la preparación. La intérprete, que recibe este viernes el Giraldillo de Honor del Festival de Sevilla, retrata en esta película el salto al vacío que dio de la mano del coreógrafo británico Akram Khan, junto a quien protagonizó un espectáculo de danza sin contar con formación para ello, un atrevimiento que, según comentó a los periodistas, redefinió el concepto de "miedo" que había albergado hasta entonces.
Binoche, que vuelve a Sevilla tras recibir en 2023 el Goya Internacional en una gala celebrada en la ciudad, contó que fue Robert Redford, impresionado tras ver una función del espectáculo en Nueva York, quien la animó a realizar un filme que recogiera su experiencia como bailarina. La actriz pensó entonces que las imágenes grabadas por su hermana Marion en los ensayos ayudarían a ese propósito, pero fue tiempo más tarde, cuando un inversor noruego le preguntó en Cannes si quería sacar adelante algún proyecto, que puso en marcha su ópera prima como directora.
La ganadora del Oscar por El paciente inglés, reconocida como mejor actriz en los festivales de Cannes, Berlín y Venecia, inició toda esta aventura de In-I In Motion y el espectáculo de danza que le precedió cuando quedó deslumbrada por el talento de Akram Khan en escena. El creador londinense le ofreció reunirse un par de días para pensar alguna colaboración conjunta. Él buscaba claves para saber actuar, ella nociones sobre movimiento. "Entonces nos dijimos: vamos a vernos dentro de dos años y preparamos algo, y eso es lo que hicimos", recordó Binoche, que ilustra bien con su osadía la expresión un tanto trillada de salir de su zona de confort. "Yo no había bailado antes, más allá de lo que hacía en Los amantes del Pont Neuf", rememoró sobre el largometraje de Leos Carax, que estrenó a principios de los 90, en el siglo pasado. "Y todos los actores conocemos nuestros cuerpos, pero no como un bailarín, que empieza a los cinco años, que trabaja en el ritmo y la respiración desde entonces. Yo comencé a los 43 años", expresa asombrada. De ahí que en cada representación Binoche pensara "que iba a romper algo, que iba a colapsar. Mi frecuencia cardíaca era imposible de controlar. Ahora tengo una relación distinta con el miedo, porque he pasado por el infierno", admite divertida.
Junto a Khan exploró asuntos como el amor y toda la compleja maraña de sentimientos que le acompaña. En los ensayos, los creadores se hacen preguntas como por qué necesitamos tanto al otro, qué significa querer. "Cuando te entregas a una pareja", argumentó Binoche ante la prensa este viernes, "tienes que soltar un montón de cosas, hasta las ilusiones, los sueños que tenías. Y a veces es complejo, pero yo he aprendido más cuando estaba en el pozo, cuando sufría y sentía ese dolor". El coreógrafo, apunta su compañera, "tenía reticencias, porque es una persona reservada, prefería moverse por un lugar más estable. Y yo pensaba: ¿Pero este hombre no ha vivido acaso el terremoto que es el amor?", bromeó la protagonista de Azul o Copia certificada.
"Cuando haces lo que te gusta no te cansas. Yo mantengo todavía el fuego de la vocación encendido"
El enamoramiento que le dura a Binoche, en todo caso, es el idilio que aún vive con su profesión. "Yo paso de un proyecto a otro sin necesidad de vacaciones. Cuando haces lo que te gusta, cuando te das a ti misma, no te cansas, eso te proporciona una energía inmensa. Sólo tuve una etapa en la que quise estar con mis hijos y aparcar la interpretación, pero fue una historia puntual. Yo siempre he mantenido el fuego encendido", celebra una mujer que canta, pinta y hace teatro porque cree que cultivar otras aficiones "es importante si eres actriz, te nutre".
Binoche asegura haber tenido "suerte" porque han sido pocos los directores "a la defensiva" en su larga carrera, "sólo los jóvenes celosos de sus guiones que piensan que tienes que decir lo que está escrito", pero los veteranos y los grandes "delegan en los actores y necesitan que personifiquemos sus historias, que las encarnemos y las hagamos verdad". La intérprete disfrutó en sus alianzas con Anthony Minghella, Kieslowski, Haneke, Carax, Cronenberg y "hasta Godard, con quien no fue fácil". Maestros que le enseñaron que "hay que ser uno mismo y confiar en tu intuición. Se trata de eso. Puedes leer libros e ir a la facultad, pero sobre todo debes de seguir tu instinto".
La también presidenta de la European Film Academy (EFA), institución que este martes anunciará las nominaciones de sus premios en Sevilla, afirmó que resulta "sobrecogedor" tomar el testigo en el cargo de autores como Wim Wenders y Agnieszka Holland, y defendió "la comunidad del cine europeo. Aquí el arte está antes y después va el negocio, y al otro lado del Atlántico funcionan al revés", concluyó.
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