El Suzuki Jimny, tal como fue concebido e inicialmente comercializado, tenía complicado seguir a la venta: las emisiones contaminantes limitaban esa posibilidad. Ahora bien, tal como habíamos comentado semanas atrás, la única posibilidad pasaba porque fuese homologado como N1, para el transporte ligero de mercancías. Y así ha ocurrido: ya no será un turismo, pero volverá al mercado.

Como comercial ligero, el Suzuki Jimny contará con sólo dos asientos -como esta transformación a pick-up- y, tras estos, un maletero de 863 litros, 33 más que los que aportaba la versión de pasajeros cuándo se abatían estos al quedar retirados. Además, sin ellos, el suelo de carga es plano.

Además, y tal como establece la norma, para ser considerado como comercial ligero, se hace necesaria la incorporación de un separador de carga entre la carga y la zona de los ocupantes.

Por necesidades normativas, el Suzuki Jimny es biplaza y con separador con la zona de carga.

Lo que no cambiará son sus aptitudes off-road, en parte debidas a su sistema de tracción total con reductora, ni las medidas a la seguridad, incluyendo entre ellas el control predictivo de frenada, el de descenso y retención en pendiente o la eCall, con función de llamada de emergencia.

Mantiene el motor 1.5 de gasolina, con caja de cambios de cinco velocidades, de 102 CV y 130 Nm. Pierde 75 kg, pues pesa 1.090 kg, y su emisión de CO2 disminuye levemente: a 173 g/km (WLTP). El consumo combinado, con norma NEDC, es de 6,1 l/100 km.

Tampoco cambia que el Suzuki Jimny podrá seguir incorporando transformaciones como éstas con las que se asemeja a un Defender, Bronco o Clase G.