Sobriedad medieval
XI Noches en los Jardines del Real Alcázar. José Luis Pastor, çinfonía, cítola, laúd medieval; Ernesto Schmied, flautas dulces. Programa: 'Música nel castello': obras de Thibaut de Champagne, Machaut, Landini, Ciconia y anónimas. Lugar: Jardines del Alcázar. Fecha: Viernes 23 de julio. Aforo: Lleno.
José Luis Pastor es uno de los pocos especialistas en el mundo de los instrumentos de cuerda pulsada medievales que hay en España. Su actividad en grupos de éxito (Arte Factum, Axabeba) es bien conocida, pero menos sus trabajos como solista o como teórico. Su participación en el ciclo del Alcázar de este año se duplica, como líder de Axabeba y asociado al flautista argentino residente en España Ernesto Schmied, con quien ofreció el viernes un recorrido por música medieval, que arrancó de una trova de Thibaut de Champagne y luego se movió entre danzas y estampidas monódicas de los siglos XIII y XIV y piezas polifónicas del ars nova (Machaut, Landini, Ciconia, Libro Vermell).
Frente a las habituales interpretaciones de este repertorio, que hacen conjuntos de exuberante y seductora tímbrica, con un contingente bien nutrido de instrumentos percutivos, Pastor y Schmied se recrearon, aun sin olvidarse del color (los diferentes tipos de flauta y el contraste entre la cítola y el laúd así lo dejaron claro), en desvelar matices melódicos y rítmicos que pasan más inadvertidos, ofreciendo versiones desnudas y sobrias de una música que aquí no tiende al orientalismo tan presente en otras opciones interpretativas. En este sentido, las piezas monódicas, desarrolladas a menudo como melodías acompañadas, sonaron originales y frescas.
El reto de la polifonía era diferente y fue abordado, en buena correspondencia, de manera distinta, incluso tomando sólo la voz generadora de piezas como Mors sui de Machaut, virelai originalmente a 2 voces, o Questa fanciulla, Amor de Landini, ballata a 3, que Schmied tocó en solitario, o fantaseando con un preludio en el Mariam Matrem Virginem del Vermell, aunque quizá fuera en un madrigal a 2 de Ciconia donde las complejidades rítmicas típicas del ars nova encontraron un tratamiento de más intensa y fervorosa vitalidad.
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