Se nos va la fuerza por la boca en Sevilla

Los 150 años de la ópera Carmen de Bizet pasan desapercibidos para el Ayuntamiento

Antonio Caravaca, un ángel en la tierra

¡Por fin corre el agua en la Gerencia de Urbanismo!

Fuente a pleno rendimiento en el día de ayer.
Fuente a pleno rendimiento en el día de ayer. / Juan Carlos Vázquez

04 de marzo 2025 - 04:00

Carmen no tiene cofradía que la saque en procesión por sus 150 años. Bizet nunca ha entrado en las quinielas del pregón donde hace años votaron a difuntos. Ayer se celebró una efemérides de las realmente trascendentes para una ciudad, pero ha pasado sin pena ni gloria para nuestro Excelentísimo Ayuntamiento. Se nos va la fuerza por la boca, como el agua de las fuentes, como las gárgolas de la Catedral que escupen la lluvia de las cubiertas. Por fortuna, Salomón Hachuel recordó con buen tratamiento una fecha tan especial en el Hoy por Hoy de la SER. Y en las redes sociales encontramos el testimonio preciso y riguroso de un fino observador como Diego Ortiz. “¿Tan difícil era pensar en convertir 2025 en el Año de Carmen y haber montado espectáculos de nivel internacional tanto en el Teatro como, quizá, en la propia Plaza de Toros de la Maestranza? ¿Nadie ha ido nunca a ver lo que hacen cada verano en la Arena de Verona? ¿No se podía concebir una gran cabalgata, estilo Expo 92, que en estos días recorriese las calles del centro para pasmo de propios y extraños? ¿La Fura tal vez? ¿No se podían haber previsto exposiciones, simposios, congresos que sirviesen para que el mundo girara los ojos hacia Sevilla aprovechando la efemérides? ¿A nadie se le ha ocurrido que 150 años de una de las óperas más representadas en el mundo y ambientada en la ciudad, es una oportunidad extraordinaria para que los sevillanos podamos acceder a una oferta cultural de nivel mundial y para que turistas de alto poder adquisitivo decidan venir a conocer esta maravilla de ciudad en la que vivimos?”. A nadie del Ayuntamiento, querido Diego Ortiz, a nadie.

En la Casa de las Dueñas podremos disfrutar al menos de la representación de la ópera el 15 de marzo. La ciudad no ha aprovechado como debiera la efemérides porque no hay un modelo, ni criterio, ni ideas sobre cómo sacar de la decadencia una Sevilla varada como un viejo paquidermo que arrastra la panza cargada de hitos brillantes en la historia, kilos de historia que le impiden evolucionar con agilidad. Por eso otras capitales con mucho menos tienen el ingenio más cultivado. Hemos perdido el tiempo orillando a la que fue delegada de Cultura y tratando de que se marche del gobierno. Solo nos interesa captar chinos, los pregones en los bares, la rotulación de calles y los enredos de los partidos. Somos, como siempre, una ciudad ingrata con quienes más nos han dado. Es probable que esta vez sea por pura ignorancia, no hay que ser más rebuscados. Sólo la Junta se ha acordado. Será por eso que aplauden a Juanma como si fuera el alcalde, algo que ya pasó en tiempos con Pepote Rodríguez de la Borbolla. Se nos llena la boca con eso de Sevilla, ciudad de ópera. Tenemos un gran teatro. Pero en realidad somos... de circo.

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