La penitencia de caminar por Triana

El señor Alés se debe enfrentar al problema que tiene a las puertas de su despacho

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El hermano Pablo

Acera invadida por veladores en la calle San Jacinto.
Acera invadida por veladores en la calle San Jacinto. / M. G.

23 de septiembre 2025 - 04:00

Quien ha contribuido más en los últimos cincuenta años a que sea agradable cruzar el río ha sido el ingeniero Manzanares Japón, que diseñó un puente que incluía la sombra desde el principio. Tomen nota (que diría Lopera) los alcaldes, delegados de Urbanismo, arquitectos, gerentes del ramo, empresarios del sector, etcétera. Recordaba la obra de don José Luis a cuenta de la penitencia que supone pasear por la calle San Jacinto, invadida en varios tramos por los puñeteros veladores, que llegan hasta las mismísimas puertas del despacho del señor Alés, teniente de alcalde delegado del barrio, Fiestas Mayores, Magnas y Otras Procesiones Extraordinarias, Pregones, Velás y entregas de Medalla de la Ciudad Sin Alcalde. ¡Qué horror tener que echarse a la calzada para caminar por la calle! Hay que llevar los retrovisores bien reglados para evitar las bicis, los patinetes y el tío que tiene una plaza de garaje y avanza despacito con su coche. Este domingo se manifestaron los ciclistas para protestar por el anuncio de la reducción del carril bici en la Avenida. "No estamos de acuerdo, porque es el único que penetra en el centro". La alternativa sería la apertura de una vía perimetral por el Paseo Colón, una medida que no convence a los usuarios al considerar que no podrían entrar de forma directa en el Casco Antiguo. "No es lo mismo rodear el centro en coche que en bicicleta, se debe favorecer a la gente que usa un transporte sostenible".

Se entiende la protesta, pero cualquier día se organiza una manifestación de peatones, se reparten las pegatinas Carril peatón, ya y se reclama el derecho a caminar con comodidad y sin sobresaltos por todo el conjunto histórico, que no se olvide que engloba el Casco Antiguo, Triana y San Bernardo. El problema de esta ciudad es que se hacen las cosas contra alguien o en detrimento de alguien, no estrictamente a favor de una causa. Se suprimió el tráfico en la Avenida a costa de una peatonalización que, paradójicamente, orilló al viandante. Y en la calle principal de Triana ocurre exactamente lo mismo. La falta de consideración con el caminante es palmaria. Sugerimos al señor Alés que en el próximo encuentro de barra con el gerente de Urbanismo, señor Vázquez, le pida que los inspectores se den un paseo por la calle San Jacinto. Triana también existe, como Teruel en España, y es una vergüenza el tránsito por San Jacinto. Y no, no nos vale recordar que estaba peor con coches. Sevilla no debe caer en el conformismo. Ni la derecha asumir el marco mental local de la izquierda, ese razonamiento por el que la Encarnación está mejor ahora que con fango y ratas. El que no quiera enfrentarse con los problemas que no asuma los cargos, que no están solamente para fajines y tiros largos. Bastante soporta Triana la degradación de una arquitectura que no deja de degradar el barrio. Respeten al peatón, sufridor de la ciudad cotidiana, como el nazareno de la Semana Santa del siglo XXI.

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