De turismo en casas-cueva

Hay un municipio en la comarca de la Vega Alta sevillana que esconde muchos secretos. Un patrimonio monumental riquísimo, para muchos, aún por descubrir, pero sobre todo, la huella de numerosas civilizaciones que lo habitaron y que aún hoy siguen estando muy presentes. Es Peñaflor, con sus 3.800 habitantes, una localidad en la que, en los últimos años, se está trabajando por hacer del turismo una nueva fuente de ingresos y una importante baza para atraer visitantes.

¿Se imagina vivir en una casa-cueva que encierra un antiguo columbario romano? Pues así es como viven algunas familias de toda la vida del pueblo, en las pequeñas casitas enclavadas en las calles Cuevas y Castillo, en la parte alta del municipio. Estas antiguas casas encierran una cueva que servía de columbario a los romanos. Algunas, que llevaban vacías varios años, se han rehabilitado y restaurado tanto por parte de la iniciativa privada como del Ayuntamiento para convertirlas en alojamientos con encanto para el visitante.

Así, varios empresarios de la hostelería han puesto a disposición de los viajeros cuatro casas-cueva enclavadas en lo que fue el patio de armas del antiguo castillo almohade. Óscar Martín es uno de estos empresarios. Se mudó de Madrid a Peñaflor hace cuatro años atraído por su entorno y desde entonces lleva la web www.turismoyturismo.com. Óscar gestiona tres establecimientos de este tipo: la Casa del Castillo, la Casa del Mirador y la Casa El Pocito, y su valoración es muy buena. "La verdad es que las casas-cueva están teniendo éxito", cuenta. "Yo diría que el 60% de visitantes que vienen son de las provincias de Sevilla y Córdoba, y el 40%, de fuera". En total, según indica Óscar, Peñaflor ofrece actualmente un centenar de plazas hoteleras. "Las casas son curiosas, pequeñas, de 25 ó 30 metros cuadrados. Uno de los laterales se conserva tal cual era, de piedra caliza, y esconde una cueva pequeñita. Lo que busca principalmente el visitante en estas casas es la ubicación que tiene".

Por su parte, el Ayuntamiento ha llevado a cabo diversas obras de mejora de las infraestructuras y patrimonio del municipio y su adecuación para el uso turístico. "Para conextualizar todo el conjunto histórico y acondicionarlo, el Ayuntamiento restauró la casa-cueva La Robledo Blanca, a través del Plan Integral para el Turismo Sostenible. Se inauguró en 2011 para visitas como experiencia piloto para la recuperación futura de todo el conjunto", indica Juan Manuel Reina, técnico municipal de Turismo. "El Conjunto Arqueológico Casas Cuevas es un equipamiento cultural ubicado en el Barrio de la Morería, en pleno corazón de la ciudad, junto a los restos del Castillo almohade", añade.

Por otro lado, se ha llevado a cabo también la adecuación de varias calles del casco histórico para la actividad turística: Calle y Plaza Castillo, Plaza Avenzoar, Calle las Cuevas, Calle Torno Iglesia, y un tramo de la Plaza de España.

Otras actuaciones para activar el turismo han sido las recientes restauraciones íntegras de la Iglesia de San Pedro Apóstol y el Convento de San Luis del Monte, la puesta en marcha de la página web www.turismoyculturapenaflor. es, la señalización turística y direccional en el pueblo, o la participación en la creación de rutas como "Ruta de Blas Infante", "Camino de Santiago de la Frontera" o "Guadalquivir".