Tras varios días de reflexión, el fútbol vuelve a Heliópolis con la visita el Espanyol, y lo hará con Quique Setién como entrenador del Betis. El técnico superó el debate originado tras la debacle ante el Levante y la comisión deportiva consensuó otorgarle una vida extra, por más que existieran discrepancias que alargaron la concreción de esa decisión. A la espera de comprobar el resultado deportivo de esa apuesta por la continuidad, el ambiente sí estará enrarecido en la grada, después de que varias peñas anunciasen protestas ante la imagen que viene ofreciendo el equipo en esta temporada.

Aunque el objetivo europeo se considera casi imposible, los resultados de la jornada invitan a cierto optimismo, al menos para seguir en la pelea hasta casi el final de la campaña.

El equipo verdiblanco comenzará el partido como duodécimo clasificado, pero una victoria lo auparía a la novena posición a cuatro puntos del Athletic cuando todavía faltarían nueve por disputarse. Los mensajes en el vestuario han ido encaminados a terminar la temporada con dignidad, lo que pasaría por ofrecer ante el Espanyol una victoria a los aficionados.

Marcos Álvarez dirige un ejercicio en el entrenamiento del Betis.

Será un duelo que requerirá de personalidad en los jugadores verdiblancos. Se espera de inicio un ambiente hostil de la grada con su equipo –se incluye el césped, el banquillo y el palco–, por lo que el Betis deberá sobreponerse a esa circunstancia para buscar un gol que traiga calma y cambie el ánimo de la hinchada. El bético siente la frustración de una paupérrima segunda vuelta del campeonato, en la que sólo ha sumado 17 puntos que lo han alejado de ese objetivo europeo.

Como ya realizase ante el Valencia, Setién ha ensayado con un cambio de sistema que permita que los verdiblancos ganen fuerza en la medular. La ausencia de William Carvalho obliga a buscar alternativas que permitan que el Betis siga teniendo el control del partido. Además, el regreso de Lo Celso posibilitará disponer del mejor goleador del equipo, al igual que la vuelta de Feddal a la zaga también aumentará su contundencia. Los cambios de Setién incluso afectarían a la portería, en la que Joel Robles sustituiría a un Pau López que no atraviesa su mejor momento del año.

El rival parece propicio para los intereses heliopolitanos, al menos atendiendo a los precedentes de esta temporada. El Betis se impuso con brillantez en el duelo de la primera vuelta en el RCDE Stadium (1-3) y luego también apeó a los espanyolistas en la Copa del Rey, aunque entonces tuvieron que esperar hasta la prórroga para celebrar esa victoria.

El Espanyol, en racha

Pese a todo, el Espanyol de Rubi llega en una buena dinámica al Villamarín, con cinco partidos sin conocer la derrota, e incluso sueña todavía con la posibilidad de alcanzar una plaza europea. Sin la presión de los resultados, los de Rubi vuelven a mostrarse como un equipo suelto en ataque, aunque le sigue faltando continuidad en el juego, el mayor problema que ha tenido durante la temporada.

Setién dialoga con sus futbolistas en el entrenamiento de ayer.

La propuesta del Espanyol es similar a la del Betis, con un equipo que se siente más cómodo con la pelota, pero que también presenta problemas defensivos. De hecho, el cuadro catalán presenta un balance de 40 goles a favor y 49 en contra, muy parecido al del equipo heliopolitano, que sólo ha anotado un tanto menos y ha recibido los mismos en la Liga.

Para el cierre de la jornada y tras el periodo de reflexión que siguió a la derrota en el Ciutat de Valencia, el Betis quiere realizar borrón y cuenta nueva con Setién en el banquillo. La comisión deportiva reforzó la figura del entrenador a la espera de que una mejoría hoy le permita relajar el ambiente de la grada y finalizar la temporada sin más sobresaltos. Entonces será el momento en el que todas las partes se sienten para analizar los aciertos y errores cometidos en un año en el que se aspiraba a mejorar el pasado y que, por ahora, está acabando con más sombras que luces.