Real Betis

Rubi, un entrenador de consenso

  • A la espera de la oficialidad, el club verdiblanco ha apostado por una línea continuista con matices

Rubi celebra con la afición del Espanyol la clasificación europea.

Rubi celebra con la afición del Espanyol la clasificación europea. / Alberto Estévez / Efe

El Betis tiene decidido que Joan Francesc Ferrer, Rubi, sea su entrenador para la próxima temporada, una elección de consenso dentro de la comisión deportiva que sólo está a la espera de que el entrenador cierre su desvinculación del Espanyol, el club al que clasificó para la Liga Europa y con el que tiene contrato hasta 2020.

No ha sentado bien en el seno de la entidad blanquiazul la decisión de Rubi. Nadie la esperaba después de la efusividad con la que el entrenador celebró la consecución de la séptima plaza en la última jornada del campeonato, de ahí que tampoco le haya puesto facilidades para su despedida. Ni el hecho de que el entrenador dialogase directamente con el presidente, Chen Yansheng, por videoconferencia le ha facilitado su salida a Rubi, que ha antepuesto el proyecto deportivo y económico del Betis a la posibilidad de estrenarse en Europa.

El club verdiblanco metió al técnico dentro de su lista de opciones después de que el vicepresidente deportivo, Lorenzo Serra Ferrer, realizase un exhaustivo reconocimiento del mercado. Los nombres de Phillip Cocu o Laurent Blanc, muy del gusto del balear, se convirtieron en imposibles por distintos motivos, de ahí que la entidad sondeara también la posibilidad de entrenadores con contrato como Mauricio Pellegrino, Quique Sánchez Flores y el propio Rubi, que finalmente decidió dar el paso tras conocer de primera mano la propuesta verdiblanca. Los caminos de Serra Ferrer y Rubi ya estuvieron a punto de unirse en 2013, cuando el balear, entonces en el Mallorca, trató de reclutar al técnico para buscar el ascenso de categoría con el club bermellón, pero entonces Rubi acabó marchándose al Barcelona como ayudante de Tito Vilanova.

La apuesta del club heliopolitano por el entrenador vilasarense pretende mantener una línea continuista con respecto a la marcada por Quique Setién, aunque introduciendo matices tanto en el juego como en el comportamiento del equipo. El Espanyol ha sido uno de los equipos más parecidos en su estilo al Betis, con una propuesta que apostaba por salir con la pelota desde atrás y un marcado estilo de posesión en sus centrocampistas, aunque Rubi también haya dotado al equipo de velocidad por las alas con ese 4-3-3 que ha empleado habitualmente como esquema inicial.

De Rubi también se valora positivamente su adaptación a los rivales. En su último partido ante el Betis, por ejemplo, recurrió a una defensa de tres centrales y dos carrileros para frenar el juego verdiblanco, aunque sin renunciar a mantener la posesión, como se demostró sobre todo en el primer tiempo, cuando aglutinó más tiempo el balón que el propio Betis.

También se destaca de Rubi sus ganas de crecer pese a la amplia experiencia que posee en banquillos modestos y su convencimiento en la propuesta verdiblanca, tras conocer las dificultades que el Espanyol tendría esta temporada para mantener a su base principal formada por Mario Hermoso, Marc Roca y Borja Iglesias. Del entrenador también se ha analizado la capacidad para mantener al equipo metido en la competición hasta el final, lo que le valió el premio del pase europeo tras despedir la Liga con la victoria sobre la Real Sociedad. Además, el Espanyol de Rubi, tras un magnífico inicio de campeonato, fue capaz de superar un bache de juego y resultados con únicamente cuatro puntos sumados de 33 posibles entre las jornadas duodécima y vigésima segunda, una circunstancia en la que el técnico supo manejar la tensión del vestuario.

También se encuentran puntos negativos en la trayectoria de Rubi y no sólo por sus descensos con Levante y Sporting. Durante esta pasada temporada con el Espanyol, además de esa racha negativa de resultados que casi le costó el puesto, también ha dejado estadísticas que evidencian su dificultad para manejar los partidos con el marcador a favor. Hasta 25 puntos se dejó el Espanyol en el camino en partidos que comenzó ganando, con los dos disputados ante el Betis como ejemplo. En la visita al RCD Stadium, los blanquiazules acabaron perdiendo por 1-3 tras adelantarse en el marcador; en la segunda vuelta en Heliópolis también dejaron escapar el tanto inicial de Darder en el último suspiro para sumar un punto. Incluso en el enfrentamiento copero, el Espanyol se adelantó tanto en la ida como en la vuelta, en dos duelos que acabó empatando antes de ser eliminado.

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