El Betis lleva tiempo ya sin ser un equipo fiable a nivel defensivo y ahí están los goles encajados en las cuatro derrotas seguidas. Ayer, en Montilivi, otros tres, en un partido en el que quedaron reflejadas diferentes cuestiones. La primera, el estado físico de gran parte del plantel, sobre todo de Fekir.

Es increíble que Pellegrini le siga dando la titularidad, pues la sensación en el campo es que el cuadro verdiblanco juega con uno menos. La segunda, que atrás no hay fortaleza ninguna en estos momentos y la tercera es que Isco sigue demostrando estar un escalón o dos por encima del resto de compañeros.

Y tuvo el Betis su momento en el partido, justo a la vuelta de la caseta tras irse al descanso con empate en el marcador en la último acción de la primera mitad. Pero no lo aprovecharon los verdiblancos, los hombres que entraron de refresco aportaron muy poco y al final la fe del Girona, con el inagotable Stuani, acabó llevándose el triunfo.

Defensa

El Betis salió con Isco como atacante más cercano a Guido. Pellegrini se empeñó en mantener a Fekir en el once y el Girona, con su clásico dibujo de tres centrales y dos carrileros (1-3-5-2), se hizo con el control de la pelota. Aprovechó su superioridad por dentro con Aleix García, un sensacional Iván Martín y la movilidad de Tsygankov, y se acercó con peligro a la portería bética, aunque sin ocasiones claras, hasta que llegó la acción del penalti.

A la vuelta de la caseta, Pellegrini introdujo a Sokratis por Chadi Riad, quien tenía amarilla, pero los verdiblancos siguieron sufriendo por dentro y con los centros laterales. De hecho, el 2-1 llegó en salida de balón desde atrás muy cómodo de los de Míchel y el 3-2 nació en un centro de Miguel Gutiérrez. Mazazo final pese a la buena primera parada de Rui Silva a tiro de Stuani.

Ataque

Todo el juego ofensivo nacía de las botas de Isco. Lección magistral del malagueño: controles de balón, pases, regates... Es una delicia ver jugar al de Arroyo de al Miel, pero sólo con él no te da siempre. El 22 verdiblanco iba a la presión en la salida de la pelota de un Girona que en la figura de David López cometió dos errores graves que un muy buen Willian José aprovechó. El brasileño firmó un magnífico doblete en una actuación individual de notable. Todo lo contrario que un muy gris Ayoze y un Nabil Fekir que está a un nivel paupérrimo. El galo, a día de hoy, no aporta prácticamente nada al juego ofensivo de los verdiblancos por mucho que Pellegrini siga dándole minutos. Y tampoco los hombres de refresco de ataque aportaron esta vez.

Virtudes

Ver jugar a Isco es una delicia. El costasoleño ha vuelto dando continuidad a su buena versión de toda al temporada.

Talón de Aquiles

La titularidad de Fekir partido tras partido.