Para ser consecuente con su singularísima historia en el fútbol español el club de las trece barras que responde por Real Betis Balompié vive un extraño presente. Mientras los del cuello blanco tragan saliva en los despachos en busca de arbitrar soluciones que permitan inscribir a los jugadores pendientes, en la hierba Manuel Pellegrini mantiene su verbo sereno, sus maneras de sabio, para que el vestuario siga siendo una piña y el balón siga haciendo disfrutar a los miles y miles de béticos desperdigados por el mundo.

El entrenador chileno se ha ganado todo el crédito conocido y más. Su ascendencia es tal, que cuando emerge su figura alargada en la escena pública, la confianza se aviva. Con otro preparador cualquiera, el hincha heliopolitano sería preso de una mayúscula angustia por el hecho de que uno de los dos fichajes, Luiz Henrique, no pueda debutar. Y que sigan bloqueados Bravo, el portero que alterna la titularidad con Rui Silva; o el gran capitán; o el segundo goleador como es Willian José; y otro de los hombres fuertes del vestuario, como es Andrés Guardado. Junto a Camarasa, ninguno de ellos tienen habilitadas sus fichas para dárselas esta tarde a ese mal árbitro que es el asturiano González Fuertes. Pero el bético de a pie se siente junto al chileno como ese hijo que, perdido por un momento, encuentra la mano caliente del padre o la madre.

Y no es para menos. El Betis, ante el Elche, recitó un decíamos ayer en toda regla. Y si disfrutó de la enorme ventaja de la pronta expulsión de un jugador rival, fue porque se lo forjó con esa hábil y poderosa incursión de Aitor Ruibal. Que el catalán sea un más que válido lateral derecho es mano de Pellegrini. Que todo el Betis siga jugando con la portería contraria entre ceja y ceja y que sea un prodigio de fútbol vertical, como en el primer gol de Juanmi el pasado lunes, es mano de Pellegrini, bajo cuyos consejos, Carvalho o el propio delantero de Coín elevaron ya la pasada campaña sus prestaciones.

Y si Pellegrini decide no tirar más que de un jugador del filial para engrosar la magra lista de convocados para Palma, como así ha sido con la citación de Fran Delgado, pues a ver quién es el guapo que se lo rebate. Y que cada cual lo interprete. Nada menos que seis plazas vacantes tendrá el Betis hoy en ese estadio que hoy se denomina Visit Mallorca y que esta temporada tendrá las gradas más encima de los jugadores.

El margen de maniobra del veterano entrenador bético es reducidísimo. Tanto, que es muy probable que repita el once de la primera jornada. Se une a la escasez de efectivos la óptima respuesta de los que volvieron a deleitar a los más de 50.000 aficionados que acudieron al Villamarín, así que no es nada aventurado que delante de Rui Silva volverán a actuar Ruibal y Álex Moreno por fuera, junto a los únicos centrales aptos en este momento, Pezzella y Édgar. Carvalho y Guido seguirán en el eje, con Rodri y Fekir pululando entre líneas, Juanmi arrancando hacia el área desde la izquierda y Borja Iglesias arriba.

Comparece pues el Betis a pecho descubierto. Con las cartas boca arriba porque no tiene otras con las que jugar al despiste. Y con el convencimiento de que va a querer el balón y se va a hacer con él ante un Mallorca que se va a pertrechar con cinco defensas, tres medios y dos puntas tan distintos como Kang In Lee y Muriqi dispuestos a aprovechar lo que les llegue.

La pasada temporada, el Betis ya acudió a Palma en el inicio de la Liga, primera jornada, muy cogido con alfileres y lo pagó con un insustancial empate a uno. Nueve veces remataron los verdiblancos y ninguna entre los tres palos. Fue el portero Reina quien se introdujo el balón en su portería.

Tras ese empate, le sucedió otro en casa ante el Cádiz para un decepcionante dos de seis que luego no impidió el despegue hacia un año triunfal. Pero quién sabe si los béticos hubieran subido incluso un peldaño más con un arranque de Liga más boyante.

Hoy, el campeón de Copa quiere hacer lo que no pudo entonces, un pleno de puntos que lo mantenga en todo lo alto de la tabla. Y que luego los del cuello blanco estén a la altura del equipo y se busquen la vida, aunque sea empeñándola, para que Bravo, Joaquín, Guardado, Willian José y Luiz Henrique jueguen bajo la mano sabia de Pellegrini.

Alineaciones probables:

Mallorca: Rajkovic; Maffeo, Copete, Raillo, Valjent, Jaume Costa; Battaglia, Grenier, Dani Rodríguez; Kang in Lee, Muriqi.

Betis: Rui Silva; Aitor Ruibal, Édgar, Pezella, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho; Rodri o Rober, Fekir, Juanmi; y Borja Iglesias.

Árbitro: Pablo González Fuertes (asturiano).

Estadio: Visit Mallorca (19:30).