"El caldo de huesos de colágeno aumenta sus beneficios si se acompaña con alimentos ricos en vitamina C", explica Boticaria García

El caldo de huesos se puede acompañar con pimiento rojo, brócoli, col rizada (kale), perejil, espinaca y tomate o una pieza de fruta rica en vitamina C para aumentar los beneficios

¿Con qué debemos consumir el colágeno para que sea realmente efectivo?

Caldo de huesos de colágeno / Pexels

En los últimos años, el caldo de huesos ha pasado de ser uno de los alimentos más valorados dentro del mundo de la nutrición funcional. Su creciente popularidad no es casualidad: este caldo es una fuente natural de colágeno, minerales, aminoácidos esenciales y compuestos bioactivos que promueven la salud de las articulaciones, la piel, el sistema digestivo y la inmunidad. Sin embargo, para aprovechar al máximo los beneficios del colágeno que contiene, es fundamental acompañarlo con alimentos ricos en vitamina C, ya que juega un papel esencial en la síntesis y absorción del colágeno en el cuerpo.

Cómo es el caldo de huesos de colágeno

Esta es una preparación que se obtiene al hervir durante varias horas (a veces incluso más de 24) huesos junto con tejidos conectivos, verduras y especias. Este proceso de cocción lenta permite extraer nutrientes solubles en agua como colágeno, gelatina, aminoácidos (glicina, prolina, glutamina y arginina), así como minerales como calcio, fósforo, magnesio y azufre.

Durante la cocción, el colágeno —una proteína estructural presente en huesos, tendones, piel y cartílagos— se descompone en gelatina y péptidos, que el cuerpo puede absorber más fácilmente. Estos compuestos actúan como bloques de construcción que ayudan a reparar tejidos, mejorar la elasticidad de la piel, fortalecer las articulaciones y optimizar diversas funciones metabólicas.

Cuáles son los beneficios del caldo de huesos de colágeno

El colágeno es uno de los componentes principales del cartílago, el tejido que amortigua las articulaciones. Con el paso del tiempo, la producción natural de colágeno disminuye, lo que puede provocar rigidez, dolor o desgaste articular. Los aminoácidos presentes en el caldo de huesos —especialmente la prolina y la glicina— ayudan a regenerar el cartílago y mejorar la lubricación de las articulaciones.

Algunos estudios han demostrado que la suplementación con colágeno hidrolizado puede reducir el dolor articular y mejorar la movilidad en personas con osteoartritis o artritis reumatoide. Además, los minerales presentes en el caldo contribuyen al fortalecimiento óseo, favoreciendo la densidad y resistencia de los huesos.

El colágeno es la proteína más abundante del cuerpo humano y representa alrededor del 75% del peso seco de la piel. Es responsable de su firmeza, elasticidad e hidratación. A medida que envejecemos, la producción de colágeno disminuye de manera natural, provocando arrugas, flacidez y pérdida de luminosidad.

El consumo regular de caldo de huesos rico en colágeno puede estimular la regeneración de fibras dérmicas y mejorar la apariencia de la piel desde el interior. Además, los aminoácidos y minerales que contiene también fortalecen el crecimiento del cabello y las uñas, reduciendo la fragilidad.

El caldo de huesos es conocido por su efecto reparador sobre la mucosa intestinal. La gelatina que se libera durante la cocción actúa como un “sellador” natural del intestino, ayudando a prevenir o aliviar afecciones como el síndrome de intestino permeable, gastritis o colon irritable.

La glutamina, otro de los aminoácidos presentes, es esencial para el mantenimiento de la barrera intestinal y para la regeneración de las células epiteliales del sistema digestivo. Gracias a ello, el caldo de huesos puede mejorar la digestión, reducir la inflamación intestinal y favorecer la absorción de nutrientes. Al reparar la mucosa intestinal y reducir la inflamación, el caldo de huesos ayuda indirectamente a fortalecer las defensas del organismo.

Además, el contenido mineral del caldo —en especial el zinc, el magnesio y el fósforo— participa activamente en las reacciones enzimáticas del sistema inmunitario y contribuye a mantener una respuesta inflamatoria equilibrada.

Por qué la vitamina C es la aliada del colágeno

Aunque el caldo de huesos proporciona colágeno y sus precursores, el cuerpo humano necesita de ciertos cofactores nutricionales para sintetizar y mantener esta proteína de manera eficiente. Aquí es donde entra en juego la vitamina C. Es indispensable para el proceso de hidroxilación de los aminoácidos prolina y lisina, un paso bioquímico esencial para formar y estabilizar las fibras de colágeno. Sin una cantidad adecuada de vitamina C, el cuerpo no puede convertir los aminoácidos del caldo en colágeno funcional, lo que limita los beneficios de su consumo.

Estos son los alimentos ricos en vitamina C que se pueden combinar con el caldo de huesos de colágeno.

Referencias bibliográficas:

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