Espironolactona: descubre el fármaco sin antibiótico que acabará para siempre con el acné persistente

Aproximadamente un tercio de las mujeres que sufren de acnéacné durante la adolescencia continúan enfrentando esta condición en la edad adulta, lo que puede representar una carga física y emocional significativa. Afortunadamente, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Southampton en Inglaterra ha revelado una solución prometedora: la espironolactona, un medicamento comúnmente utilizado para tratar la presión arterial alta presión arterial altaque ha mostrado los resultados definitivos para convertirse en en el tratamiento definitivo contra el acné persistente. Si bien los tratamientos convencionales suelen implicar el uso de antibióticos, este estudio ha demostrado que la espironolactona es útil sin necesidad de antibiótico, a un bajo costo y un perfil de seguridad favorable. Te contamos todo lo que debes saber.

¿Qué es?

La espironolactona es un medicamento que se utiliza comúnmente para tratar condiciones como la hipertensión arterial y la retención de líquidos. Sin embargo, también se ha observado que puede tener beneficios en el tratamiento del acné en algunas personas.

En el caso de la hipertensión, la espironolactona es un medicamento que inhibe la actividad de una hormona

conocida como aldosterona. Esta hormona es responsable de aumentar la retención de sodio y agua en la sangre. Al bloquear la acción de la aldosterona, la espironolactona reduce la cantidad de líquido circulante en los vasos sanguíneos, lo que a su vez contribuye a disminuir la presión arterial y el esfuerzo requerido por el corazón para bombear la sangre por todo el cuerpo.

En lo que a la dermatología se refiere, los tratamientos de primera elección para el acné son los medicamentos tópicos, como cremas y geles, que se pueden adquirir en farmacias o bajo prescripción médica. Estos tratamientos suelen ser eficaces para muchas personas. Sin embargo, en casos en los que los tratamientos tópicos no sean suficientes, los médicos a menudo recetan antibióticos por vía oral para complementar el uso de cremas y geles.

Aquí es donde radica la importancia de este descubrimiento ya que los andrógenos desempeñan un papel fisiológico importante en la piel, sin necesidad de antibiótico, ya que regulan diversos procesos relacionados con la renovación celular, el crecimiento de los folículos pilosos, la actividad de las glándulas sebáceas (especialmente en el rostro), la producción de sebo y el desarrollo embrionario, entre otros.

En la piel, los andrógenos pueden ser sintetizados a partir del colesterol o de precursores presentes en las glándulas suprarrenales o gónadas, como el sulfato de dehidroepiandrosterona. Los receptores androgénicos se encuentran principalmente en las células basales y sebocitos, así como en las papilas dérmicas, la vaina externa del folículo piloso, las glándulas sudoríparas, el endotelio vascular, las células musculares lisas y los queratinocitos.

La espironolactona actúa como un antiandrógeno, lo que significa que puede bloquear los efectos de las hormonas masculinas, como la testosterona, en el cuerpo. Estas hormonas pueden contribuir al desarrollo del acné en algunas personas al estimular la producción de sebo y la inflamación de los folículos pilosos.

Principalmente, se utiliza para tratar el acné causado por niveles elevados de testosterona, como el acné relacionado con la menstruación, el embarazo o la pubertad. Sin embargo, por sí sola, no es lo suficientemente potente para tratar el acné vulgar o el acné quístico. En muchos casos, se combina con anticonceptivos orales y tratamientos tópicos para el acné, como la tretinoína, para obtener mejores resultados.

"Esperamos que la publicación de estos resultados signifique que más médicos de cabecera y dermatólogos se sientan seguros para recetar espironolactona como tratamiento para el acné", dice la codirectora de este nuevo estudio, médico de cabecera y profesora de Investigación en Atención Primaria en la Universidad de Southampton, Miriam Santer.

¿Cómo funciona?

Al reducir los niveles de hormonas masculinas, la espironolactona puede ayudar a disminuir la producción de sebo, reducir la inflamación y, en última instancia, mejorar los síntomas del acné. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la espironolactona no es el tratamiento de primera línea para el acné y generalmente se reserva para casos de acné resistente a otros enfoques terapéuticos o cuando existe un componente hormonal importante en la patología.

En este contexto, los andrógenos desempeñan un papel significativo en el desarrollo de diversas enfermedades cutáneas, como el acné, la pérdida de cabello de patrón femenino, el exceso de vello corporal y la hidradenitis supurativa, entre otras. Aunque la mayoría de los casos no presentan niveles anormales de andrógenos en todo el cuerpo, estas enfermedades pueden estar asociadas con un aumento de andrógenos localizados en la piel.

Como resultado, estos medicamentos no solo mejoran el acné, sino también otros síntomas asociados a desequilibrios hormonales, como la alopecia, menstruaciones irregulares y el hirsutismo (exceso de vello en el rostro, línea del abdomen, entre otros). Especialmente, estos tratamientos se utilizarán en mujeres que presenten evidencia de una alteración hormonal subyacente.

Cómo tomarlo

La espironolactona está disponible en forma de tabletas y suspensión (solo Carospir) para su administración oral. Por lo general, la dosis más habitual oscila entre 50 y 100 mg diarios, aunque algunas personas pueden necesitar hasta 200 mg para observar cambios en la piel.. La suspensión de espironolactona se debe tomar de manera constante, ya sea con o sin alimentos, en cada ocasión. Es recomendable tomar la espironolactona aproximadamente a la misma hora todos los días.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios posibles al tomar espironolactona incluyen somnolencia, mareos, vértigo, malestar estomacal, menstruaciones irregulares y dolor de cabeza. Estos efectos suelen ser de naturaleza leve, desaparecen con el tiempo y pueden controlarse mediante una adecuada hidratación.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen efectos secundarios más graves, como aumento de la sed, micción excesiva, cambios en el estado de ánimo, fatiga o debilidad inusual, espasmos musculares, menstruaciones más abundantes, sensibilidad en los senos, fiebre persistente y propensión a la aparición de hematomas o sangrado.

RESULTADOS DEL ENSAYO

En el ensayo clínico SAFA, se reclutó a más de 400 mujeres mayores de 18 años que padecían acné persistente durante al menos seis meses y cuyo siguiente paso de tratamiento habría sido el uso de antibióticos orales.

Las participantes fueron divididas aleatoriamente en dos grupos: a la mitad se les administró espironolactona, mientras que a la otra mitad se les administró un placebo. Se les solicitó a las mujeres que completaran cuestionarios sobre la severidad de su acné y la calidad de vida relacionada con la condición al inicio del ensayo, así como a las 12 y 24 semanas de tratamiento.

"Los resultados mostraron que las mujeres que tomaron espironolactona vieron una mejora significativa en su acné después de 12 y 24 semanas en comparación con las que tomaron el placebo", dice la profesora Miriam Santer. Asimismo, señala que "una proporción significativamente mayor de personas también informó que se sentían satisfechas de que su piel había mejorado en comparación con las que recibieron placebo, y los efectos secundarios fueron poco comunes y muy leves".

El tratamiento proporciona una valiosa alternativa a los antibióticos y garantiza que los médicos también puedan evitar mejor los daños que pueden surgir de la resistencia a los antimicrobianos", concluye el director del Programa de Evaluación de Tecnologías de la Salud del NIHR, el profesor Andrew Farmer.