Fecha de caducidad o consumo preferente del yogur, ¿de qué debemos fiarnos, según la OCU?
Investigación y Tecnología
La implantación de una fecha no quiere decir que el producto se vuelva inseguro después de su vencimiento
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En el mundo de la alimentación, la fecha de caducidad es un indicador clave para determinar la seguridad de un producto. Sin embargo, en el caso de los yogures, esta referencia no es tan estricta como en otros alimentos ya que contienen ciertos ingredientes como su acidez natural y su propio proceso de conservación en frío, los cuales los colocan como productos aptos y seguros para el consumo incluso después de haber superado la fecha impresa en el envase.
Según la OCU, "durante muchos años, la propia normativa que regulaba a los yogures establecía la obligación de que tuvieran una fecha de caducidad de 28 días a la salida de la fábrica, pero en realidad pasado ese tiempo los yogures no caducaban, aunque muchos no los consumían y acababan desechándolos". Dado que realmente seguían siendo aptos para su consumo, en el año 2014, se modificó la regulación y se sustituyó la fecha de caducidad por una de consumo preferente, la cual estaba fijada en torno a los 35 días. La implantación de esta fecha no quiere decir que el producto se vuelva inseguro después de su vencimiento, sino que puede experimentar ligeros cambios en la textura o en el sabor, sin llegar a ser un riesgo para la salud.
En cualquier caso, la farmacéutica Marián García, más conocida en el mundo de la comunicación como Boticaria García, asegura que no se puede establecer un periodo determinado para seguir consumiendo ese yogur, una vez pasada la fecha de consumo preferente ya que su aptitud va a depender del tipo de yogur, de si se ha respetado la cadena de frío o de si sus propiedades han sido alteradas una vez pasada esa fecha, por lo que recomienda "comer el yogur dentro de la fecha de consumo para disfrutar de todas sus propiedades".
Puede presentar cambios en las propiedades
A pesar de este cambio normativo, algunos fabricantes continúan utilizando la fecha de caducidad como una estrategia de marketing para destacar la frescura de sus productos. Sin embargo, organismos como la OCU han señalado que esta práctica no tiene justificación, ya que los yogures no caducan en el sentido estricto del término. Aunque con el paso del tiempo y de acuerdo con lo que manifestó Boticaria García, pueden perder propiedades organolépticas, como la cremosidad o el sabor, siguen siendo consumibles siempre y cuando no presenten signos evidentes de deterioro.
Un yogur que ha superado su fecha de consumo preferente puede mostrar cambios como la presencia de suero en la superficie, lo cual no es indicativo de un problema de seguridad, sino de una separación natural de sus componentes. En otros casos, es posible notar un ligero sabor amargo debido a la degradación de las proteínas, pero esto tampoco supone un riesgo para la salud. No obstante, si al abrir el envase se observan mohos u olores extraños, es recomendable desecharlo, ya que esto sí indica que el producto se ha estropeado.
Beneficios de comer yogur todos los días
Incluir yogur en la dieta diaria aporta múltiples beneficios para la salud ya que estamos ante un alimento con niveles nutricionales de alta calidad, como el calcio y probióticos, elementos esenciales para fortalecer el sistema óseo y mejorar la digestión. Gracias a su contenido en bacterias beneficiosas, el yogur contribuye al equilibrio de la flora intestinal, favoreciendo una mejor absorción de nutrientes y reforzando el sistema inmunológico.
Además, su consumo regular se asocia con una mejor salud cardiovascular, ya que ayuda a reducir los niveles de colesterol y favorece que nuestra digestión sea más ligera. Además, el consumo de yogur también se presenta como una opción ideal para quienes buscan un alimento saciante y nutritivo, sin aportar un exceso de calorías.
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