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Oriol Lugo, psicólogo: "Una relación tóxica, en un gran tanto por ciento, genera una herida emocional porque te causa dolor de manera reiterada"

Investigación y Tecnología

El cerebro procesa el desamor como dolor real

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El psicólogo Oriol Lugo. / Freepik/@oriolugo

Romper con alguien cercano es un proceso doloroso en la vida de pareja, el cual no solo afecta a nuestras emociones, sino también a nuestro cerebro. Estudios recientes muestran que el desamor activa áreas cerebrales vinculadas al dolor físico y la adicción, por lo que la mente responde a la pérdida como a una abstinencia de la droga. Esto explica por qué los sentimientos son tan intensos tras una ruptura. Además, en relaciones tóxicas el cerebro puede potenciar el ciclo de dolor-placer (refuerzo intermitente) manteniendo un apego adictivo. Veamos a continuación qué sucede en el cerebro durante el duelo amoroso y qué consejos se pueden poner en práctica para sanar y aprender a vivir sin esa persona.

Reacción del cerebro tras una ruptura

La neurociencia ha detectado que terminar una relación de pareja produce cambios biológicos similares al síndrome de abstinencia. Lo que sucede en el cerebro es que cuando el vínculo se rompe, disminuyen los neurotransmisores del placer que son la dopamina, la serotonina y la oxitocina y aumenta el cortisol que es la hormona del estrés.

Por lo que en consecuencia, vamos a sentir ansiedad, tristeza, anhelo y otros síntomas propios de la abstinencia. Por ejemplo, una resonancia magnética mostró que las mismas regiones cerebrales que se activan con el dolor físico, es decir, la ínsula y la corteza cingulada anterior, también se encienden al ver fotos de la expareja. En otras palabras, el cerebro procesa el desamor como dolor real. Según manifiesta el psicólogo Oriol Lugo en el periódico La Vanguardia, "una relación tóxica en un gran tanto por ciento, genera una herida emocional porque te causa dolor de manera reiterada consciente e inconsciente".

"Cuando llega la ruptura en un vínculo tóxico, el duelo puede ser especialmente duro"

Además, la falta repentina de estímulos placenteros como son los abrazos o las caricias de la pareja hace que el cerebro "extrañe" la liberación de dopamina, provocando una sensación de vacío y de deseo intenso. Como explica un estudio que publica la web Psicología y Mente, "la ruptura sentimental activa en el cerebro los mismos mecanismos que los de un toxicómano en abstinencia". Esto es así porque aunque la persona lo sienta como un sufrimiento personal, hay una base neurobiológica real detrás de ese malestar.

En resumen, el cerebro tras la ruptura experimenta una especie de privación: bajan las sustancias químicas asociadas al amor y aumentan las del estrés. Esto puede reducir temporalmente la concentración y debilitar el sistema inmunológico. Entender este proceso ayuda a normalizar lo que se siente y a buscar formas saludables de recuperarse.

Relaciones tóxicas: el ciclo de refuerzo dolor-placer

En una relación tóxica, los efectos cerebrales pueden ser aún más intensos. Los expertos señalan que el enamoramiento desempeña un papel clave en estos vínculos: se libera oxitocina (hormona del apego) pero también mucho cortisol (estrés). El cerebro se "autoengaña" para mantener la relación a pesar del daño, creando un "baile de hormonas" que refuerza intermitentemente tanto la recompensa como el dolor. Este patrón de refuerzo intermitente de a veces la pareja ofrece afecto, otras veces conflictos funciona como un enganche adictivo. En palabras del psicólogo Oriol Lugo, "es como un baile de hormonas. Se produce un sesgo de refuerzo intermitente o parcial, pues esperas que haya un premio después de una situación de estrés, y te enganchas más".

Cuando llega la ruptura en un vínculo tóxico, el duelo puede ser especialmente duro ya que no solo se pierde a la persona, sino también el ciclo adictivo establecido. El cerebro tarda en reajustarse. Sin embargo, reconocer que se estuvo en una relación tóxica, por ejemplo, identificando humillaciones o violencia repetida es el primer paso para desligarse y sanar.

Consejos prácticos de expertos para sanar

Psicólogos y estudios recomiendan varias estrategias comprobadas para superar una ruptura complicada. Entre ellas destacan:

"Cambiar la rutina refuerza la idea de un nuevo comienzo"

Recomendaciones para vivir sin esa persona

A largo plazo, el objetivo es reconstruir la vida enfocándose en uno mismo. Más allá de los primeros consejos, estas estrategias nos ayudan a acostumbrarnos a la nueva realidad:

En definitiva, superar una ruptura sentimental es un proceso complejo que involucra tanto reacciones cerebrales automáticas como decisiones conscientes. Con apoyo adecuado y recomendaciones constructivas como por ejemplo aceptar el duelo, buscar apoyo, establecer límites con el ex, cuidarse a uno mismo, es posible sanar las heridas emocionales. En especial tras relaciones tóxicas, reconocer los patrones dañinos y romper el ciclo de dependencia hormonal es clave para romper definitivamente el apego.

Referencias bibliográficas.

Psicología y Mente. (2019, 20 de febrero). ¿Cómo superar una ruptura de pareja?. Miguel Ángel Rizaldos.

La Vanguardia (2025, 21 de marzo). Oriol Lugo, psicólogo y experto en neurociencia : "El cerebro se autoengaña para permanecer en una relación tóxica".

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