Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Es la falta de actividad física
La osteoporosis es una pérdida de la densidad ósea que nos avisa cuando ya se ha producido la fractura. Es silenciosa y se da gradualmente debido a muchos factores. Las mujeres mayores de 50 años en su fase menopáusica son más propensas a padecerla, ya que la falta de estrógenos está ligada a ello y, desde su pico en la edad adulta hasta la menopausia los huesos comienzan a desgastarse: "En España cada hora se producen 33 fracturas por fragilidad asociada a la osteoporosis y después de una fractura, el riesgo de muerte es de un 15 a un 20%".
Normalmente, se relacionaba con la falta de calcio, pero Isabel Viña, médica especializada en suplementación, metabolismo y hormonas, asegura que se debe a la falta de actividad física: "Al igual que cuando queríamos ganar, reducir o mantener la pérdida del músculo hay que hacer ejercicio físico, mi pregunta es por qué como médicos no os transmitimos a la población que el hueso es igual."
Para tener una mejor salud ósea, el ejercicio de impacto y fuerza es la mejor respuesta, aunque se debe completar con una dieta rica en proteínas, ya que el hueso está constituido por colágeno. Además, la vitamina D permite que se sintetice el hueso y se absorban los minerales como el fósforo y el calcio, que endurece y fortalece.
La Fundación Internacional de Osteoporosis recomienda ejercicios que intensifiquen el estrés sobre los huesos como caminar, saltar o subir escaleras. Su principal función es estimular la formación ósea a través del impacto y la carga de peso. También, se recomienda la mejora del equilibrio y la fuerza para reducir las caídas. Una de las fracturas más populares es la producida en las vértebras por las malas posturas.
La OMS estima que el 40% de las mujeres mayores de 50 años sufre al menos una factura en su vida. Una vez alcanzado el pico de masa ósea en torno al inicio de la edad adulta, se produce una lenta pérdida de la masa ósea. Al llegar el momento de la menopausia, coincidiendo con la pérdida de estrógenos, se produce una aceleración en la densidad de los huesos.
Aunque se lleve una dieta rica en proteínas, vitaminas y minerales y una rutina de ejercicios de fuerza e impacto, si no es suficiente, será necesario implementar un tratamiento farmacológico, especialmente en mujeres posmenopáusicas con antecedentes de fractura vertebral o de cadera por fragilidad o con osteoporosis diagnosticada. La prueba que debe practicarse para conocer si se tiene o no la enfermedad es la densitometría ósea. Una prueba que utiliza los Rayos X para medir la densidad mineral ósea.
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