Un pediatra explica por qué es normal que los niños de 2 años peguen y muerdan: "Es beneficioso"
Conductas de los bebés
Se trata de un mecanismo de aprendizaje y los adultos deben educar para que aprendan cuáles son las alternativas
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Los primeros años de vida del niño es un periodo de aprendizaje en el que se conocen a ellos mismos y al entorno que les rodea. Están experimentando nuevas sensaciones y están construyendo su personalidad. Una conducta que se repite muchísimo es el hecho de que peguen y muerdan. Esto puede resultar desconcertante y está relacionado con un comportamiento negativo, realmente es beneficioso y se trata de un mecanismo de aprendizaje. El pediatra Fran J. Díaz da las claves en sus redes sociales para que aquellas personas que no lo entiendan lo lleguen a comprender y lo vean como algo positivo. Además, enseña como debe ser el comportamiento de los mayores ante ciertas actitudes. "Así ellos tiendan a tirar más por el lenguaje verbal que por los mordiscos".
Entre el primer y el tercer año, los niños atraviesan cambios profundos en lo físico, cognitivo y emocional. Por ejemplo, aprenden a caminar, dándoles cierta autonomía. También, empiezan a hablar, aunque su lenguaje es muy limitado. Se enfrentan a las primeras emociones intensas como la frustración, el enojo, la alegría y el miedo y, aprenden que tienen deseos y necesidades. Por ello, pegar y morder surge como formas de comunicación y de exploración. Antes de que las palabras, los niños recurren a expresarse con el cuerpo, así que simplemente se trata de una comunicación paralingüística.
Además, el acto de morder cuenta con un componente sensorial, ya que puede producir alivios físicos porque las encías les duelen y pican. Durante esta etapa, la boca es uno de los órganos más explorativos.
Construcción de la autonomía y la identidad
En esta edad, los niños comienzan a decir sus primeras palabras. Esta etapa es crucial para el desarrollo de la autonomía y el sentido de identidad. Cuando pegan o muerden, en muchos casos lo que hacen es defender su territorio, sus objetos o su espacio personal. En ese sentido, estas acciones muestran que el niño está desarrollando conciencia de sí mismo y de sus derechos, aunque aún no sepa regularlos.
Beneficios en el desarrollo socioemocional
Aunque pegar y morder pueden resultar problemáticos, también tienen beneficios indirectos:
- Ayudan a externalizar emociones: en lugar de reprimir lo que sienten, los niños lo expresan físicamente.
- Son una vía de aprendizaje para la autorregulación: gracias a la reacción de los adultos y de otros niños, poco a poco entienden que existen límites.
- Fomentan la empatía: al ver que otro niño llora o se enoja, comienzan a reconocer el impacto de sus acciones y a desarrollar conciencia del otro.
La importancia de la respuesta adulta
Lo que realmente determina si pegar o morder son conductas que se transforman en un problema o en una oportunidad de aprendizaje es la forma en que los adultos responden.
- Mantener la calma: gritar o pegar de vuelta solo refuerza la agresión.
- Nombrar la emoción: decir “estás enojado porque no quieres compartir el juguete” ayuda al niño a asociar palabras con emociones.
- Ofrecer alternativas: enseñar que puede pedir con palabras, abrazar un cojín o buscar ayuda en lugar de morder.
- Reforzar lo positivo: felicitar al niño cuando logra expresar sus emociones de forma adecuada.
Referencias bibliográficas:
- Vídeo de TikTok del pediatra Fran J. Díaz sobre por qué los niños se pegan y se muerden: https://www.tiktok.com/@fran.mimando.pediatria/video/7549901685741735190
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