La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
La ansiedad es uno de los trastornos emocionales más comunes. Sin embargo, no siempre se manifiesta de forma evidente y sus síntomas pueden pasar desapercibidos; incluso, para aquellos que lo padecen. "Muchas personas sufren un malestar constante que tienden a ignorar, pero afecta a su calidad de vida", explican desde Doctología. Precisamente, hablamos de una línea aparentemente invisible, que condiciona el bienestar general.
"Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida", aclara Mayo Clinic. Ahora bien, ¿qué sucede cuando ese estado se convierte en algo crónico? Aparecen "preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias", con todo lo que ello implica. En algunos casos es posible que, de tan repetitivo, las personas terminen por interiorizar esta realidad.
Hablamos en este caso de un tipo de ansiedad que no se manifiesta a través de notorios síntomas externos, si no todo lo contrario. Quien se ve afectado por esta condición vive en un estado permanente de tensión, preocupación y malestar emocional. Todo ello se integra entre los hábitos cotidianos y, poco a poco, va formando parte del devenir diario de las personas.
De acuerdo con Más Prevención, empresa que ofrece servicios de prevención de riesgos laborales, "los síntomas suelen ser internos, emocionales y físicos". Aunque varían de unas personas a otras, en una visión general podemos enumerar los siguientes:
Lo más complicado de la ansiedad silenciosa es saber identificarla correctamente. Una vez hecho esto, el autoconocimiento se convierte en un factor clave para hacerle frente. Es preciso saber discernir en qué momentos este trastorno irrumpe en el quehacer diario.
Por ello, uno de los consejos más importantes a la hora de abordarla es la comunicación. Hablar de los sentimientos, ya sea con personas cercanas o con un especialista de la psicología, podría ser de gran ayuda para aliviar el malestar. Verbalizar los problemas hace que, una parte importante del peso que impican, se desvanezca.
Asimismo, es fundamental cuidar de la salud física y mental, mediante técnicas de relajación y una correcta higiene del sueño. De hecho, "dormir bien es clave para regular las emociones y reducir la ansiedad", explica Mas Prevención. En la misma línea, cuidar la alimentación y realizar actividad física puede ayudar considerablemente a reducir los niveles de estrés.
Por último, establecer límites hace que las cargas se aligeren. Hablamos de aprender a decir no, a delegar y a priorizar el bienestar propio como mecanismo de recuperación ante la ansiedad silenciosa.
Ansiedad silenciosa: qué es y cómo identificarla, Doctología: https://www.doctologia.es/psicologia-psiquiatria/ansiedad-silenciosa-tratamiento/
Ansiedad silenciosa: qué es y cuáles son sus síntomas, Más Prevención: https://www.spmas.es/blog/ansiedad-silenciosa/#:~:text=La%20ansiedad%20silenciosa%20es%20una,preocupaciones%20excesivas%20y%20malestar%20emocional.
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