¿Qué es el bulto que se les forma en el cuello a los costaleros en Semana Santa? Un fisioterapeuta lo explica

La Semana Santa de Sevilla está repleta de detalles que llaman la atención, tanto de los sevillanos como de los miles de visitantes que cada año se congregan para vivir una de las tradiciones más intensas y visualmente impactantes del país. Uno de esos detalles que no pasa desapercibido es la forma en la que se portan los pasos en la capital hispalense.

A diferencia de otras regiones de España, en Sevilla los pasos se llevan desde dentro. Son los costaleros quienes, metidos bajo la estructura del paso, se colocan bajo las llamadas "trabajaderas", vigas que reparten el peso. Dependiendo del paso y sus dimensiones, en total pueden llegar a reunirse hasta 60 costaleros, como ocurre con el paso de Nuestro Padre Jesús de la Victoria, de la Hermandad de La Paz.

El esfuerzo físico que implica cargar varias decenas de kilos durante minutos seguidos, únicamente con el apoyo del costal, que amortigua la carga sobre el cuello y parte superior de la espalda, es inmenso. Esta particular forma de cargar tiene consecuencias físicas visibles, y una de las más llamativas es el característico bulto que se les forma en el cuello a muchos costaleros. Esta inflamación siempre genera curiosidad entre quienes observan por primera vez las cofradías en Sevilla.

Ante esta duda habitual, un fisioterapeuta sevillano conocido en redes como @fisioteduca ha publicado un vídeo en TikTok explicando de forma clara por qué aparece este bulto tan característico.

“Llegó la Semana Santa y es muy probable que veas esta imagen”, comienza el especialista, señalando una protuberancia en la base del cuello. . Según su explicación, la aparición de este bulto se debe a tres factores principales:

• Hipertrofia muscular: El más evidente. Al mantener durante tanto tiempo una posición en la que se soporta un peso extremo, los músculos de la zona se desarrollan más de lo habitual, generando ese abultamiento visible.
• Engrosamiento de tejidos blandos: No solo se desarrolla el músculo. “También la piel, la grasa y otros tejidos blandos se adaptan a esa presión constante, aumentando su grosor con el tiempo”, señala el fisioterapeuta.
• Hiperostosis: En los casos más extremos, el propio hueso puede verse afectado. La vértebra C7, que es la más prominente de la columna cervical, puede desarrollar una hiperostosis —un crecimiento anormal del hueso— debido a la carga prolongada y repetida.

Así este detalle es un auténtico reflejo físico del sacrificio y la entrega con la que los costaleros viven la Semana Santa. Una huella visible del peso de la devoción.