El Palquillo

Un recorrido por las iglesias del Martes Santo en Sevilla

La estrecha salida de Santa Cruz

La estrecha salida de Santa Cruz / Víctor Rodríguez

Avanza la Semana Santa y seguimos descubriendo secretos y rincones de los templos de nuestra ciudad, en torno a los cuales se configura la geografía del rito. El Martes Santo es otra jornada en la que las iglesias juegan un papel esencial para comprender el devenir de sus hermandades y todo lo que en ellas se engloba. 

Basta como ejemplo un botón: es inconcebible el barrio del Cerro del Águila sin la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, devoción predilecta y orgullo de todos sus hijos. Aunque primitivamente fue una capilla, situada en la avenida de Hytasa, en 1953 se convierte en parroquia, cuya fisonomía se mantuvo hasta 1997.

Entre el 99 y el año 2002 se traza la configuración actual para satisfacer las necesidades espirituales de un barrio que ya es centenario y que es uno de los capitales para comprender la religiosidad popular. Otra zona que no se entiende sin su cofradía es la Calzá: desde la parroquia de San Benito sale la cofradía homónima, con unos orígenes nada claros.

Hay quien apunta que existía una ermita en el siglo VI o que fue mezquita convertida al cristianismo. Sea como fuere, se consagra parroquia en 1956. Es una fiesta cuando sale el Señor de la Presentación.

De Omnium Sanctorum sale Los Javieres De Omnium Sanctorum sale Los Javieres

De Omnium Sanctorum sale Los Javieres / Juan Carlos Vázquez

Continuando por los Caños de Carmona llegamos a la parroquia de San Esteban, donde tiene su sede la cofradía homónima. La salida del palio de la Virgen de los Desamparados es un momento sobrecogedor de la Semana Santa por la particular forma de la ojiva del templo y sus particulares "dientes" de piedra.

Está construida sobre una antigua mezquita y restaurada tras el terremoto de Lisboa de 1755. Muy cerca de allí está la iglesia de San Nicolás, una de las más antiguas de la zona de estilo gótico mudéjar, aunque fue reconstruida entre los siglos XVI y XVIII. Por el estrecho marco de la puerta sale la Virgen de la Candelaria, fundada en 1921. 

En la Capilla de la Universidad recibe culto el imponente crucificado de la Buena Muerte, cuya cofradía de Los Estudiantes se fundó en la Anunciación hace justo cien años. Aún así, el cortejo sale desde el propio Rectorado, sede de esta institución académica. Al otro lado del centro, en el epicentro del barrio de la Feria, se levanta la antiquísima parroquia de Omnium Sanctorum.

En ella recibe culto la hermandad de los Javieres, fundada a mediados de los cincuenta del siglo pasado. Por último, en la emblemática San Lorenzo se hallan los titulares del Dulce Nombre, que celebra el centenario de su Virgen de Castillo, y en la calle Mateos Gago se asoma la espadaña de la iglesia de Santa Cruz, que antiguamente estuvo ubicada en otros emplazamientos y acogió la sepultura de Murillo. 

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