Como hace casi un siglo: la Amargura, el manto azul y una estampa de otro tiempo para el besamanos extraordinario

Una estampa aún más especial que añadir al contexto de unos cultos señalados. La Virgen de la Amargura portará el el manto azul de Juan Manuel Rodríguez Ojeda próximo domingo, 1 de junio, en el besamanos extraordinario como colofón a los actos del tricentenario en San Juan de la Palma. Se trata del manto que portó la dolorosa de San Juan de la Palma durante más de veinte años, y que supuso de algún modo la irrupción de un nuevo estilo en el arte del diseño en el marco de la reinvención regionalista de la ciudad.

La pieza fue bordada en el año 1902, junto al conjunto de techo de palio y bambalinas, pero fue enajenado en noviembre de 1925. Por aquel entonces fue adquirido por la hermandad del Desconsuelo de Jerez de la Frontera, que hoy día lo conserva y de hecho continúa procesionando en la tarde del Martes Santo jerezano, conformando una verdadera obra de arte del bordaro..

Aunque el manto ha regresado en ocasiones a Sevilla para diferentes exposiciones, la última en el año 2019 con motivo del centenario de la marcha “Amarguras”, la Virgen de la Amargura no lo ha vuelto a lucir desde el 28 de marzo de 1926, Domingo de Ramos, en el que estrenadas las nuevas bambalinas y techo de palio, recorrió las calles de Sevilla por última vez con este característico manto color azul.

Se dará, además, una circunstancia singular, puesto que se reeditará una estampa similar a la del citado 1926. En aquel año, la Virgen de la Amargura procesionó con el palio rojo pero con el manto azul, debido a que el nuevo manto estaba aún en proceso de confección. De este modo, la hermandad ha querido de algún modo recrear aquella instantánea, pero esta vez en el corazón de San Juan de la Palma para el besamanos extraordinario. Dos piezas de primer orden (palio y manto) que volverán a reunirse noventa y nueve años después.