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Récord de delitos sexuales en Sevilla: más de 500 casos al año

  • Un informe oficial constata la tendencia al alza de este tipo de infracciones penales, que se han disparado en el último lustro a raíz del efecto generado por el caso de la Manada

Manifestación contra una de las sentencias de la Manada en Sevilla

Manifestación contra una de las sentencias de la Manada en Sevilla / Antonio Pizarro

Los delitos sexuales siguen creciendo año tras año a un ritmo notable, sobre todo desde que el caso de la Manada supusiera un impulso definitivo y una toma de conciencia para que muchas mujeres se decidieran a llevar a los tribunales situaciones de abuso en las que antes no daban el paso. Los abusos y agresiones sexuales suponen prácticamente un 80% del total de este tipo de infracciones penales.

En Sevilla se registran casi dos delitos contra la libertad sexual al día. Así consta en un informe elaborado recientemente por el Ministerio del Interior y publicado en la web de este departamento. El documento analiza los datos de 2018, a partir de los cuales traza perfiles de agresores y víctimas, establece una serie de patrones y lugares y valora el trabajo de las Fuerzas de Seguridad a la hora de afrontar este problema.

En ese año, en la provincia de Sevilla se dieron 508 delitos sexuales, mientras que el ejercicio de 2017 se cerró con 464. Es decir, un crecimiento interanual cercano al 10%. De los 508 casos totales, 201 fueron abusos sexuales, 40 abusos con penetración, 74 agresiones sexuales, 45 agresiones sexuales con penetración, 28 contactos con menores de 16 años mediante las nuevas tecnologías, 17 de corrupción de menores, 23 de exhibicionismo, 43 de pornografía infantil, 18 de prostitución y 5 de prostitución.

Esto supone una tasa de 2,6 delitos de índole sexual por cada diez mil habitantes, un índice que está algo por debajo de la media nacional, situada en los 2,9. De los 508 casos se esclarecieron el 80% y sólo quedaron cien sin resolver. Se produjeron 501 victimizaciones (es decir, hubo algunos casos en los que la víctima sufrió un doble delito) y la Policía y la Guardia Civil detuvieron o investigaraon a 356 personas. De ellas, 39 por violación.

El informe constata “un claro aumento en los últimos cinco años de los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales, y de manera más significativa en los años 2017 y 2018”. Esta tendencia es general en toda España, donde se han duplicado los casos desde 2013 hasta ahora. En cinco años se ha pasado de 8.293 hechos ocurridos a 13.872. El crecimiento ha sido paulatino, pero se ha disparado entre 2017 y 2018, cuando se pasó de 11.692 a casi 14.000. De ellos, el 78% son abusos y agresiones sexuales, mientras que el resto de los delitos (pornografía de menores, exhibicionismo, prostitución, acoso sexual, contacto con menores y provocación sexual) representan el 22% restante. A diferencia de las agresiones y abusos, los delitos relacionados con la prostitución tienen una tendencia claramente decreciente.

Interior destaca la elevada tasa de esclarecimiento que tienen estos delitos, con un porcentaje del 81% sobre el total de los hechos que se denuncian. En el caso de las violaciones, ese porcentaje asciende al 88%. Los delitos sexuales son una de las modalidades con más casos esclarecidos para las Fuerzas de Seguridad. En el escalón más bajo de esclarecimiento se encuentran los delitos de contactos con menores de 16 años para fines sexuales. De este tipo de casos se resuelven menos de la mitad, y los ciberdelincuentes se amparan en las tecnologías para no ser detenidos.

Que suba el número de arrestos e investigaciones no es más que una consecuencia del incremento de las denuncias. Así, 2018 fue el año con más detenidos e imputados desde 2013. Se ha pasado en cinco años de 5.804 arrestos a 8.379. De nuevo el gran salto se dio entre 2017, con 6.824, a 2018, con un crecimiento aproximado de 1.500 detenciones. Obviamente, prevalecen los arrestos por abusos y agresiones, los delitos más comunes.

Otro concepto que incluye el informe de Interior es el de las victimizaciones. De nuevo en este apartado se produjo un incremento importante en los años 2017 y 2018, con aumentos de un 7% y un 16% respecto al año anterior. Pero lo que llama la atención es la gran proporción de menores que fueron víctimas de delitos sexuales. El 24% de las víctimas tenían entre 0 y 13 años y el 19% entre 14 y 17. La franja de edad más afectada es la de 18 a 30 años, con un 28,5% de los casos. El 15% de los damnificados tenían entre 31 y 40 años y el 11% entre 41 y 64. Sólo el 0,8% de las víctimas tenían más de 65 años.

En cuanto a la distribución territorial de los delitos, lógicamente las ciudades más pobladas son las que registraron más casos. Madrid, con 2.014, y Barcelona, con 1.936, lideran la tabla. Valencia, Alicante, Baleares yMálaga siguen a las dos principales ciudades. Sevilla ocupa el séptimo lugar, por delante de Murcia y Las Palmas de Gran Canaria. Cádiz es la décima provincia en estos delitos. Nótese la prevalencia en las zonas costeras, que incrementan su población en verano. En proporción a la población, es Ceuta la ciudad más afectada, con una tasa de 5,9 delitos por cada diez mil habitantes. Sevilla no está entre las diez provincias con mayor índice de delitos sexuales e incluso está por debajo de la media nacional.

El estudio advierte de la estacionalidad en los hechos, dándose el mayor número de casos en verano, en los meses de julio y agosto. Entre mayo y octubre hay cada año una mayor actividad que en el periodo invernal. Algo que tiene una explicación lógica, pues en los meses de verano se sale más que en los de invierno. Casi la mitad de los delitos ocurren en viviendas y anexos, seguidas a cierta distancia por los espacios abiertos y las vías de comunicación. Son prácticamente residuales los hechos ocurridos en los medios de transporte.

Respecto a la distribución por sexo de las víctimas, se muestra una proporción extremadamente alta de mujeres en comparación con los hombres. Para ambos sexos, en la franja de edad de los menores es donde se concentra el mayor número de victimizaciones, seguido por las de 18 a 30 años. En el caso de los varones, los menores de 13 años son las víctimas más numerosas. En el de las mujeres, las que más sufren estos delitos son las jóvenes de entre 18 y 30 años. Aproximadamente el 78% de las víctimas son de nacionalidad española, mientras que el 22% son extranjeras. La mayoría de ellas proceden de Marruecos y Rumanía.

Interior hace una estudio de la relación entre la víctima y el autor. Destacan sobre el resto las relaciones desconocidas. En el caso de las mujeres, las que poseen una relación familiar, las de pareja o ex pareja, llegan a representar el 13% de los casos conocidos. Por edades y tipo de relación se observan situaciones dispares, ya que en la violencia familiar claramente son los menores de edad los más preponderantes.

Sin embargo, en los casos que no existe ninguna relación o se desconoce predominan las víctimas de 18 a 30 años. Dentro del grupo de víctimas menores de edad se extraen dos conclusiones principales.La primera es que las chicas triplican a los varones excepto en la corrupción de menores o incapacitados y la pornografía infantil. En estos dos delitos se reducen las diferencias. La segunda es la desproporción entre españoles y extranjeros, que se extiende hasta el 87% a favor de los primeros.

A diferencia de las víctimas, en los agresores se da una proporción extremadamente alta de hombres. Sólo en los casos relacionados con la prostitución las distancias se acortan. Para ambos sexos, la franja de edad entre los 41 y los 64 años concentra el mayor número de responsables de delitos sexuales. Le siguen los hombres de entre 18 y 30 años. El 67% de los autores de estas infracciones penales son españoles. El 33% restante son extranjeros, con Marruecos y Rumanía (los países con mayor población extranjera) como principales lugares de origen.

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