"El cura de Pino Montano no quiere que mi hijo haga la comunión porque soy lesbiana"

Una joven sevillana eleva una queja al Arzobispado al sentirse discriminada por su orientación sexual y su condición de madre soltera

Mata a su madre en Brenes y se entrega a los dos días

Mercedes García, en la puerta de la parroquia de San Isidro Labrador. / Juan Carlos Muñoz

Una joven sevillana, Mercedes García, afirma que el cura de la parroquia de San Isidro Labrador, en Pino Montano, no permite que su hijo, de 8 años, haga la primera comunión porque ella es lesbiana y madre soltera. Así lo denuncia esta mujer en sendos escritos presentados ante el Arzobispado de Sevilla y ante el Defensor del Menor. En ambos, sostiene que el sacerdote le ha obligado a repetir un curso de la catequesis "alegando supuestamente que ha faltado cinco días a las clases, algo que es rotundamente falso y puede comprobarse mediante testigos". La madre asegura que el menor faltó tres días "por encontrarse indispuesto por enfermedad" y que ha propuesto, sin éxito, poder recuperar las clases perdidas.

"Consideramos que detrás de esta decisión no existe un motivo pastoral real, sino un trato discriminatorio hacia el menor y su madre, ya que se nos ha hecho sentir en distintas ocasiones que el hecho de que ésta sea madre soltera y lesbiana influye negativamente en el juicio del párroco", apunta el escrito presentado en el Arzobispado. El documento añade que esta situación está perjudicando "gravemente" al menor, "que desea recibir el sacramento, es creyente" y desea participar activamente en la hermandad de Pino Montano. "Además, atenta contra el principio de igualdad y contra el derecho fundamental del niño a no ser discriminado por razón de la orientación sexual o situación familiar de sus progenitores", sostiene la madre.

La mujer pide al Arzobispado que se revise la decisión del párroco de San Isidro Labrador, que se garantice el derecho de su hijo a recibir la primera comunión "en igualdad de condiciones que el resto de niños" y que se tomen las medidas necesarias para evitar "actos de discriminación en el ámbito parroquial que puedan lesionar los derechos de los menores y sus familias". El escrito añade el testimonio de otra persona que declara que el menor en cuestión sólo ha faltado tres veces a las clases de catequesis y no cinco, como sostiene el cura.

"Desde pequeño está dando religión, él siempre lo ha querido así y yo nunca se lo he negado, respeto lo que él decida", explicó a este periódico la madre del menor afectado. El niño no está bautizado porque en su día no se lo permitieron "por tener dos madres". "Se lo comenté al cura y me dijo que era lógico, que la Iglesia no admite ni dos madres ni dos padres. Desde ese día ya todo ha ido mal con él". El sueño del niño es salir en la hermandad de Pino Montano, pero no ha podido hacerlo aún. Su madre ha intentado bautizarlo, pero el cura le ha emplazado a que lo haga junto con la primera comunión, que sin embargo ha impedido por el momento.

La excusa es que el menor ha faltado a la catequesis y le obliga a repetir un año. "Estoy segura de que, si repite este año, el que viene se buscará otro argumento para impedir que haga la primera comunión. Y, lógicamente, él quiere hacerla con sus amigos. Yo he estado yendo a la catequesis con él y puedo decir que ha faltado tres veces, no cinco. Se lo dije al párroco y me preguntó si lo estaba llamando mentiroso". El párroco le indicó que repetiría porque "él era el que mandaba". "Le dije que sabía bien por qué había decidido esto y le pregunté si tenía prejuicios hacia mí. Su respuesta fue: 'yo no te conozco ni quiero conocerte'. Le insistí en que lo único que quiero es el bien para mi hijo y que lo he educado en el respeto, a lo que tuvo la desfachatez de contestarme que yo no estaba educando bien a mi hijo".

La tensión fue en aumento, el sacerdote le dijo a la madre que se llevara a su hijo a otra parroquia y terminó diciéndole "tú decides" mientras le mostraba en una mano los 20 euros que cuesta la inscripción y en la otra la hoja con la matrícula de la catequesis. "Me dio un ultimátum". Mercedes habló con la catequista, se comprometió a llevar al niño las veces que hiciera falta, pero no ha habido solución hasta el momento. "Mi hijo está bastante afectado". La madre añadió que está estudiando elevar una denuncia ante la Fiscalía de Sevilla, al considerar que el sacerdote puede haber incurrido en un delito de odio.

El Arzobispado de Sevilla tuvo conocimiento del asunto el viernes por el escrito de la madre. Fuentes de esta institución explicaron que estudiarán el caso, sin ofrecer más detalles dado lo reciente de la comunicación. Este periódico intentó el viernes recabar la versión del párroco, pero éste declinó el ofrecimiento alegando que estaba oficiando misa y luego tenía que marcharse.

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