La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
El muro de defensa de Sevilla ha entrado en acción por primera vez desde su construcción en 2011, tras la reciente crecida del río Guadalquivir. Este sistema de protección, diseñado para salvaguardar a la ciudad de posibles inundaciones, ha sido activado como medida preventiva ante el aumento del caudal del río en la jornada del martes.
Las compuertas del Parque Vega de Triana, un elemento clave de esta infraestructura, han sido cerradas para evitar que el agua afecte a zonas urbanas vulnerables.
El muro de defensa de Sevilla es una obra de ingeniería esencial para proteger las áreas más bajas de la zona de Triana, especialmente en situaciones de crecidas excepcionales del Guadalquivir. Su construcción respondió a la necesidad de garantizar la seguridad de los vecinos y minimizar los daños materiales en caso de inundaciones.
Las compuertas metálicas, instaladas en el paso peatonal inferior entre Triana y El Charco de la Pava, son la base principal de este sistema. Estas barreras pueden activarse de forma automática o manual y están diseñadas para bloquear el paso del agua cuando el nivel del río supera los límites de seguridad.
En su diseño inicial de 2011, se estimó que el cierre automático de las compuertas podría completarse en cuatro minutos aproximadamente, mientras que el procedimiento manual tomaría alrededor de 20 minutos.
En condiciones normales, permanecen abiertas, permitiendo el tránsito de peatones o vehículos. Sin embargo, en situaciones de emergencia, se cierran para evitar que el agua inunde barrios como El Turruñuelo o El Patrocinio.
Las compuertas del muro de defensa de Sevilla son una obra de ingeniería desconocida en la ciudad. Con unas dimensiones de 5,86 metros de longitud, 4 metros de altura y un grosor de 0,35 metros, estas estructuras de acero inoxidable están fabricadas para resistir la presión del agua en caso de crecida. Cada compuerta pesa aproximadamente 5.000 kilos, lo que garantiza su capacidad para contener el caudal del río. Fueron fabricadas en el taller de Inagen.
Ante la alerta por el aumento del caudal del Guadalquivir, el Ayuntamiento de Sevilla ha tomado una serie de medidas preventivas. Además del cierre de las compuertas, se ha procedido al desalojo y acordonamiento del Parque Vega de Triana, así como de otras áreas cercanas al río. También se ha evacuado un asentamiento informal en la zona, donde pernoctaban unas 30 personas, que han sido reubicadas en alojamientos temporales.
Las autoridades han movilizado a los servicios de emergencia, incluyendo la Policía Local, Protección Civil y el 112, para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Además, se ha informado a los vecinos de zonas inundables como Tablada, Valdezorras y El Gordillo para que extremen las precauciones.
La activación del muro de defensa de Sevilla marca un hito en la historia de la ciudad, ya que es la primera vez que se utiliza este sistema desde su inauguración. Esta infraestructura no solo protege a los barrios más vulnerables, sino que también demuestra la importancia de contar con medidas preventivas ante fenómenos naturales como las crecidas de los ríos.
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