Los médicos de familia alertan de pruebas diagnósticas rechazadas sin aviso a los pacientes
Los facultativos critican además que el sistema interno de comunicación de pruebas no validadas por el especialista sea un buzón corporativo
El SAS defiende que se trata de un proceso de coordinación para "optimizar recursos" y "mejorar la gestión de las listas de espera"
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El Sindicato Médico de Sevilla (SMS) ha denunciado que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) está aplicando en la provincia un sistema de supervisión y rechazo de pruebas diagnósticas solicitadas por los médicos de familia, un procedimiento que, según el colectivo, "vulnera la lex artis médica y los principios éticos que deben regir la práctica asistencial".
El sindicato sostiene que esta medida "transforma la medicina en un acto tutelado y burocrático", al permitir que decisiones clínicas sean filtradas por criterios administrativos ajenos al proceso asistencial. "Sólo el médico responsable conoce los antecedentes y el contexto del paciente", subraya el SMS, que exige la retirada inmediata del procedimiento.
El sistema, según denuncian los profesionales, permite que pruebas de imagen y análisis clínicos sean rechazados sin comunicación efectiva ni al médico solicitante ni al paciente. Aunque el SAS asegura que se notifican las incidencias a través del buzón del profesional, los médicos denuncian que la información llega "con semanas o incluso meses de retraso", o que directamente "no disponen de tiempo para revisar esos avisos".
Según los profesionales, esa inoperancia en el sistema de comunicación provoca que los facultativos descubran los rechazos sólo cuando el paciente regresa a consulta al no recibir cita. "Muchos pacientes esperan entre cuatro y seis meses sin saber que su prueba fue no validada por la Administración", advierte el sindicato, que califica la situación de "opaca, deshumanizada e incompatible con una asistencia sanitaria de calidad".
Una pediatra de Atención Primaria relató a este medio el caso de un niño de cuatro meses cuya ecografía de control fue rechazada sin que nadie lo supiera. "La madre esperó semanas hasta que, desesperada, se fue a un centro privado, donde diagnosticaron osteocondromas benignos. Si no llega a hacerlo, el niño habría esperado meses sin diagnóstico", explica.
La facultativa asegura que estos rechazos son cada vez más frecuentes y que "desde principios de año se han restringido incluso pruebas esenciales como ecografías de cadera, fundamentales para detectar displasias en bebés".
El delegado de hospitales del Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Carrasco, coincide en que el principal problema es la falta de comunicación. "El médico de familia pide una prueba y, si no se valida, no recibe ni el motivo ni la notificación. El paciente espera meses y acaba enfadado con su médico", lamenta.
Carrasco defiende tanto a los médicos de familia como a los radiólogos, a quienes el sistema "pone en una posición imposible". "En el hospital, cuando un radiólogo considera que una prueba no está indicada, se comunica directamente con el especialista que la pidió. En Primaria no ocurre eso. Sólo aparece no validada en el sistema, sin explicación ni seguimiento", añade.
El sindicato denuncia además que los criterios de validación varían entre hospitales y distritos, lo que genera una "brecha asistencial intolerable". "Una misma analítica puede ser aceptada en un área y rechazada en otra, pese a tratarse de pacientes con idénticos problemas clínicos", alerta el comunicado.
Esta disparidad, insiste el SMS, "rompe el principio de equidad" del sistema público y limita la capacidad diagnóstica de los médicos, con el consiguiente riesgo para la seguridad del paciente.
Por su parte, el SAS niega que se trate de una medida restrictiva o coercitiva. En respuestas a este periódico, el SAS explica que el sistema forma parte de un "proceso de coordinación entre Atención Primaria y los servicios hospitalarios" destinado a "optimizar los recursos diagnósticos y garantizar la equidad".
"El objetivo es mejorar los tiempos de respuesta y evitar duplicidades. En ningún caso se cuestiona el criterio científico de los médicos de familia ni se imponen sanciones", subraya la Administración sanitaria.
El SAS afirma además que, cuando una prueba no se valida, "el sistema genera una notificación automática al médico y a la enfermera responsables del paciente". "Si se detectan incidencias en la recepción de estas notificaciones, "deben comunicarse para su corrección inmediata", añade.
La Administración sanitaria remarca que casi la práctica totalidad de las pruebas diagnósticas solicitadas por los médicos de Atención Primaria son finalmente realizadas. En concreto, según los datos aportados por el SAS, "el 99,34% de las más de diez millones de peticiones registradas se han llevado a cabo", por lo que apuntan a un porcentaje de rechazo "insignificante". "En el 0,66% de los casos no validados, explican, suelen producirse ajustes técnicos, como cuando un médico solicita un TAC y el servicio hospitalario considera más adecuada una ecografía para el mismo diagnóstico", detallan
El Sindicato Médico de Sevilla exige que cualquier rechazo de pruebas esté "justificado por escrito con criterios clínicos o técnicos" y se comunique "de forma fehaciente" al médico y al paciente.
"El respeto a la lex artis, la autonomía profesional y el derecho del paciente a una atención adecuada y continuada son pilares irrenunciables", concluye el comunicado. "Cualquier injerencia no asistencial que limite el ejercicio responsable del acto médico constituye una vulneración ética y profesional de primer orden", sentencia.
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