Sevilla

El río Guadalquivir, autopista del narco

Narcolanchas por la desembocadura del río Guadalquivir / M. G.

"Por el río entra lo que no está en los escritos", admite una fuente de la Guardia Civil. El Guadalquivir se ha convertido en los últimos años en una auténtica autopista del narco y la principal ruta de entrada del hachís alternativa a las costas de Cádiz, donde tradicionalmente se ha ejercido una mayor presión policial. En la provincia de Sevilla, la Guardia Civil hace lo que puede para luchar contra la entrada de droga por el río.

La dificultad es elevada, pues no hay embarcaciones en la Comandancia de Sevilla, y para perseguir a las lanchas que entran por el Guadalquivir deben venir las del Servicio Marítimo en Cádiz, ninguna de las cuales estaba operativa la semana pasada. Una de ellas estaba precisamente averiada después de un encontronazo con una narcolancha el 31 de enero en Sanlúcar de Barrameda, en un accidente en el que murió Marco el Paja, amigo de Kiko el Cabra, presunto piloto de la embarcación que mató a dos guardias civiles en el puerto de Barbate la noche del 9 de febrero.

No es infrecuente ver patrullas de la Guardia Civil contemplando desde tierra el paso de narcolanchas por el río sin poder hacer nada. A veces se les hostiga con el helicóptero, pero sin capacidad para hacerles frente en el agua es casi imposible detenerlas. En Sevilla están las embarcaciones del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), unas Zodiac que poco pueden hacer frente a estas lanchas semirrígidas con cuatro motores que recorren el río a gran velocidad. Ya se vio el resultado de la embestida de una goma de este tipo contra la embarcación del GEAS, con dos guardias civiles muertos y otros dos heridos la noche del 9 de febrero en el puerto de Barbate.

Embarcación incautada en Puerto Gelves. Embarcación incautada en Puerto Gelves.

Embarcación incautada en Puerto Gelves. / José Ángel García

En los últimos meses se ha percibido un incremento de la actividad delictiva en el Guadalquivir, por donde es frecuente que entren narcolanchas a plena luz del día. El vídeo que acompaña esta información fue grabado el 17 de enero a la altura de Lebrija. Cinco embarcaciones pasaron hacia Cádiz a toda velocidad, ya vacías. Otra más quedó rezagada y navegaba de forma más lenta. No es infrecuente ver las gomas remontar el río y los vídeos de persecuciones a la altura del paseo fluvial de Coria del Río suelen terminar en redes sociales como Tiktok o Instagram, donde cuentan con numerosas interacciones.

Hace unos años, los especialistas en la lucha contra el narcotráfico estimaban que las aprehensiones de droga representaban únicamente un 10% de lo que entraba. Tras el desmantelamiento del OCON Sur en el año 2022, la macrounidad de élite que la Guardia Civil puso en marcha para combatir a las mafias del Campo de Gibraltar (y que luego amplió a otras provincias como Sevilla), este porcentaje ha podido variar.

Fardos de hachís intervenidos en Lebrija. Fardos de hachís intervenidos en Lebrija.

Fardos de hachís intervenidos en Lebrija. / DGGC

Aunque aún no están disponibles los datos de incautaciones de drogas correspondientes a 2023 (la Estadística Anual sobre Drogas suele salir casi un año después del ejercicio que se analiza), lo cierto es que han trascendido muchas menos operaciones que cuando estaba vigente el grupo especial, cuando se informaba de alguna incautación prácticamente cada semana. Los datos dirán, cuando se conozcan, si hay también una bajada de las incautaciones.

En un repaso a los archivos se pueden rescatar seis grandes operaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional relacionadas con el Guadalquivir en la provincia de Sevilla. En febrero de 2023, dos personas fueron detenidas en un chalé adosado de La Puebla del Río en el que se encontraron 750 kilos de hachís. La vivienda funcionaba como guardería de la droga. Un tercer sospechoso, que logró huir, fue puesto en busca y captura por un juzgado de Coria del Río.

En el mes de abril concluyó uno de los últimos golpes importantes al narco en la provincia de Sevilla, la operación Castle. La Guardia Civil, en colaboración con las autoridades portuguesas, francesas y británicas, detuvieron a 50 personas e intervinieron 4.800 kilos de hachís y 1.962 de cocaína. Parte de la droga decomisada, 3.000 kilos de hachís, fue hallada en el Guadalquivir, a la altura de Lebrija. La organización desmantelada estaba asentada en Huelva y en el Campo de Gibraltar, y tenía vinculaciones con Portugal. Era la responsable de la mayor parte de las botaduras de narcoembarcaciones que se estaban realizando en toda España.

Embarcación utilizada por los narcos en el río. Embarcación utilizada por los narcos en el río.

Embarcación utilizada por los narcos en el río. / DGGC

En mayo se llevó a cabo la operación Falcón, en la que se desmanteló una banda que alijaba hachís en las marismas, con 16 detenidos en Lebrija y la incautación de 4.500 kilos de hachís. La banda utilizaba todoterrenos para moverse por el terreno abrupto de la ribera y la droga se distribuía luego por toda España y por Europa.

En octubre, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera aprehendieron 2.200 kilos en la operación Leandro. La droga estaba oculta en una guardería de Las Cabezas de San Juan, que servía de punto logístico para la recepción de la mercancía, que las organizaciones trasladan remontando el Guadalquivir. 

El último golpe de importancia al narco del año pasado se desarrolló en Aznalcázar, donde la Guardia Civil sorprendió a varias personas con 4.430 kilos de hachís. Los sospechosos, a los que se les incautaron tres pistolas semiautomáticas Glock, fingieron un secuestro para ocultar la droga.

Los datos oficiales de los últimos años, recogidos cada año en la Estadística anual de Drogas que elabora el Centro de Investigación y Análisis contra el Crimen Organizado (CITCO), sí muestran una subida de las incautaciones de hachís en Sevilla. En 2020 se intervinieron 10,4 toneladas. En 2021 esa cifra ascendió a las 15,3. En 2022, año en que el Ministerio del Interior amplió a Sevilla el plan especial contra el narcotráfico que había implantado en el Campo de Gibraltar, los decomisos se dispararon hasta las 28,6 toneladas.

Una narcolancha en el Puerto de Gelves. Una narcolancha en el Puerto de Gelves.

Una narcolancha en el Puerto de Gelves. / José Ángel García

Buena parte de esa droga incautada entró por el río. El informe correspondiente a 2023 aún no se ha publicado, por lo que no existen todavía datos de decomisos para comparar con los años anteriores tras la desaparición del OCON Sur. La Fiscalía de Cádiz sí avanzó que se habían reducido los alijos tras el desmantelamiento de esta unidad, cuyo jefe, el teniente coronel David Oliva, está siendo investigado por cohecho y revelación de secretos y fue sorprendido en una fiesta de cumpleaños de un narcotraficante.

El Guadalquivir, por su propia orografía, es un lugar ideal para las actividades del narcotráfico. Es prácticamente imposible de vigilar sin que se descubra al vigilante desde varios kilómetros a la redonda. Es un río con numerosos canales, marismas y meandros, que llevan hasta localidades como Isla Mayor, que ha sido tradicionalmente el epicento del tráfico de costo en la provincia de Sevilla. En este pequeño municipio, de unos 7.000 habitantes y que surgió de un poblado de colonización creado hace un siglo para el cultivo de arroz, los alijos han sido frecuentes durante años. Los narcos utilizaban con frecuencia las naves del polígono industrial Príncipe de Gales, a cuya parte trasera se accedía mediante un canal, para guardar la droga.

Hubo un tiempo, hace casi una década, que esos decomisos se pararon y dejaron de ser frecuentes. Había una explicación: los narcos habían comprado a medio cuartel de la Guardia Civil. Cuatro de los ocho agentes del puesto fueron detenidos en una operación de Asuntos Internos el 1 de enero de 2017. La Audiencia Nacional condenaría dos años más tarde a los agentes a penas que iban desde los cuatro años y seis meses de prisión a los 14 años y tres meses por su colaboración con una banda de narcotraficantes dirigida por Francisco Antonio R. C., alias el Negro. 

Operación de la Guardia Civil en Isla Mayor. Operación de la Guardia Civil en Isla Mayor.

Operación de la Guardia Civil en Isla Mayor. / Antonio Pizarro

El sargento comandante del puesto, Francisco Javier C. B., fue el único de los guardias que no reconoció los hechos durante el juicio y terminó con la pena más alta, de 14 años y tres, por tráfico de drogas, pertenencia a organización, blanqueo de capitales y cohecho. Este suboficial había mantenido contactos con la banda del Negro, a quien le había ofrecido protección de los miembros de la Guardia Civil para facilitarle la entrada del hachís a través del río Guadalquivir a cambio de dinero, llegando a un acuerdo que suponía la entrega de 6.000 euros al inicio y otros 20.000 cada vez que terminase con éxito una operación.

No ha sido el único caso de corrupción. El pasado mes de mayo fue detenido en otra investigación relacionada con el narcotráfico un guardia civil del puesto de Villamanrique de la Condesa. Y esta misma semana un jurado popular declaró culpable de varios delitos al teniente Raúl P. M., que era jefe de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Guardia Civil de Sevilla. El tribunal consideró que el oficial cometió cohecho, tentativa de narcotráfico, revelación de secretos y dos intentos de hurto. Uno fue el de 100.000 euros que creía que estaban ocultos en un vehículo estacionado en la Comandancia de Sevilla, aunque allí no había nada, y otro el de 29 fardos de hachís también en el cuartel de Montequinto.

Durante el tiempo que estuvo vigente el OCON Sur, los especialistas de la Guardia Civil lograron desmantelar varios clanes sevillanos que habían forjado alianzas con bandas del Campo de Gibraltar, como el Messi, los Castañas o el gibraltareño Gareth Mauro. Una de las organizaciones más conocidas que controlaba el paso del río por la provincia de Sevilla es la de los Lanas, dirigida por dos hermanos, uno de los cuales fue detenido la Nochevieja de 2022 tras más de cuatro años en busca y captura. Fue arrestado en la casa de su familia política, en Umbrete, cuando salía a tirar petardos con su hijo. 

Otra de las bandas desmanteladas en varias ocasiones es la de Ginés, considerado como uno de los narcotraficantes más poderosos de la provincia de Sevilla. En febrero de 2022 volvió a ser detenido en su chalé de Coria del Río cuatro meses después de pactar una condena mínima, de dos años y medio de prisión, por otra macrooperación de tráfico de hachís por el Guadalquivir. Esta precisamente, la de la laxitud de las penas por pactos con la Fiscalía, es otra de las dificultades con las que se encuentran los agentes de la lucha antidroga a menudo. Los narcos son casi todos reincidentes y hacen de su actividad delictiva una forma de vida.

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