¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Ussía, el último acto del “otro 27”
Sevilla FC
Mientras desde Francia anuncian un presunto acuerdo entre el Sevilla y el Stuttgart -por algo menos de 20 millones de euros- para el traspaso de Loïc Badé, uno de los pocos futbolistas que quedan en la plantilla con valor de mercado, el sevillismo asiste desazonado a la confirmación de sus temores. En Las Palmas debutó Xavi García Pimienta como entrenador del Sevilla dejando la botella medio llena o medio vacía, según el prisma de cada cual.
El equipo del barcelonés tuvo muchísima más llegada de la que preveían los agoreros del fútbol horizontal. Pero también se dejó llegar ante la confirmación, ya hasta para el propio técnico, del problema que tiene en ascuas al personal: la endeblez defensiva.
En el Estadio Gran Canaria se escenificó algo inédito en la historia del club de Nervión. Por primera vez en la historia el Sevilla debutó en la Liga, con 15 días por delante hasta el cierre del mercado aún, sin poder haber inscrito a todos sus fichajes. Es decir, se plasmó en un hecho objetivo la urgente necesidad económica que vive la entidad nervionense, de ahí que sus dirigentes estén atentos a cualquier oferta sustanciosa por cualquier futbolista de la plantilla.
Por cualquiera, incluido Badé, el defensa de más garantía junto con Acuña. Iheanacho se quedó en la grada porque el comité de dirección sólo pudo dar vía libre a la inscripción de Agoumé, titular ante las bajas de Saúl, el único futbolista de Primera que arrastraba una sanción, y el lesionado Lokonga.
García Pimienta le dio prioridad al centro del campo sobre la delantera. Y el partido le dio la razón: el Sevilla tuvo problemas en la medular y no tanto de llegada, pues creó media docena de ocasiones como para haber ganado el partido. La más flagrante, la de Sow en el minuto 89, debió haber decantado la balanza para los visitantes. Pero el pleito quedó en tablas por otro asunto trascendente: la baja calidad defensiva de esta plantilla no sólo es un rumor de hinchas agoreros e histéricos.
El técnico sevillista había venido defendiendo en privado que su principal preocupación es el centro del campo. Es más, se había mostrado convencido de que puede sacarle rendimiento óptimo a los defensores con los que cuenta, por lo que la prioridad en la planificación no era reforzar el eje de la zaga. García Pimienta confía en poder pulir al joven Nianzou -22 años- y en que Marcao puede tener un mínimo de continuidad aprovechando que no hay competiciones europeas. Una confianza que hace temblar al más fiero, porque si sale Badé habría que fichar a otro central y acoplarlo para que completara el abanico con Gudelj, Kike Salas, Nianzou, Marcao...
Sin embargo, tras el empate en Las Palmas, el técnico barcelonés se tuvo que rendir a la evidencia. En la rueda de prensa posterior al partido incidió en la falta de contundencia defensiva. En la ofensiva también, claro. “Esto va de marcar goles y de que no te metan. Defensivamente deberíamos haber sido más contundentes”, dijo. “Estoy contento por la actitud y el juego. Hay que ser más sólidos a nivel defensivo y estar más acertados de cara a portería”, insistió.
Llamó la atención que Badé, que estaba en el banquillo, no fuera titular o jugara un rato como hizo Kike Salas. En contraste, sorprendió ver a Juanlu de mediocampista cuando también acaba de llegar de los Juegos Olímpicos. García Pimienta confió en los defensas que más habían actuado en la pretemporada y Badé no disfrutó de la inmediatez privilegiada de Juanlu.
Quizá por aquella premisa de los técnicos de que la defensa es la línea que debe estar más automatizada y mejor acoplada. O quizá porque el destino de Badé esté fuera de Nervión por pura necesidad, aunque es el propio jugador el más reticente a irse a Stuttgart. Pero hasta el técnico habrá pensado que si el plan es vender a Badé... El cierre de mercado es en 13 días, el 30 de agosto. Crucen los dedos.
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