El Sevilla de Del Nido Júnior, Cordón y Almeyda tiene 38.108 razones para reforzarse

El sevillismo, a pesar de las fatiguitas del curso anterior, que no acabó en tragedia seguramente por aquel error a puerta vacía del pepinero Diomande en Nervión; a pesar de que permanece la cúpula que la gran mayoría de la masa social desea fuera de los despachos; y a pesar de que no ha llegado ningún estímulo para la ilusión, ha revalidado su fidelidad al club. La campaña de abonos para la temporada 2025/26 se cerró en la noche del jueves con un total de 38.108 renovaciones, lo que representa un 97,6 % del total correspondiente a la temporada anterior.

El sevillismo ha cumplido con su parte, como siempre, y ahora le toca a la dirigencia estar a la altura: planificarle una plantilla competitiva, que ilusione y que vuelva a estar a la altura del nombre del club tras dos campañas muy deficientes que le sucedieron a otra temporada 2022/23 salvada por el milagro de la Europa League.

El actual bloqueo en los pretendidos traspasos de Juanlu, Badé, Lukébakio o el que sea no facilita que el nuevo Sevilla 2025/26 cobre forma y que se active una mínima ilusión en el sevillismo.

En espera de que alguien llame a la puerta por el jugador más cotizado del plantel sevillista, Dodi Lukébakio, la principal vía para obtener una estimable inyección de dinero es Juanlu, pero el Sevilla se ha empecinado en pedir 20 millones de euros por el campeón olímpico y rechazó la última oferta del Nápoles, nada desdeñable, de 15 millones fijos más dos en variables. En el club aseguran que no piensan ceder en la negociación a pesar de las necesidades.

Otro activo que apuntaba a animar el mercado en clave sevillista, Loïc Badé, vio cerrada la puerta con destino a la Bundesliga después de que el Bayer Leverkusen, que lo pretendía, se decidiera finalmente por la contratación de Jarell Quansah, central inglés de 22 años procedente del Liverpool.

Y precisamente desde Alemania se enciende ahora otra luz verde que apunta a Djibril Sow, ya que el Stuttgart, adelanta orgullodenervión.com, está interesado en el centrocampista suizo, que no ha terminado de cuajar en sus dos campañas de sevillista y que vería con buenos ojos el retorno a la Bundesliga. Sow fue una fuerte apuesta del anterior director deportivo, Víctor Orta, y el Sevilla le abonó al Eintracht de Francfort diez millones de fijo más cuatro en variables. Por una cifra en torno a los 9 millones, el Sevilla podría acordar el traspaso de un jugador al que aún le quedan tres años más de contrato.

Matías Almeyda aterrizó, conoció las infraestructuras, lo que fue difundido por los medios del club, pero también está descubriendo algo que queda circunscrito al ámbito privado: las mayúsculas complicaciones para acometer los fichajes perentorios en portería, defensa, centro del campo y delantera.

Mientras no cristalice un traspaso, entre cash a las arcas y se liberen fichas, no se podrán inscribir a más jugadores (catorce figuran ahora mismo en la página oficial de LaLiga, en espera de que puedan entrar Álvaro Fernández, Rubén Vargas, Akor Adams y Alfon).

El Pelado Almeyda, que empezará a trabajar con la plantilla sevillista mañana domingo muy temprano, a las 8.45 horas, ya se está haciendo a la idea de que los fichajes van a tardar en llegar. Antonio Cordón va a tener que negociar y negociar con paciencia en dos frentes: dar acomodo a los que no cuentan (ahí Almeyda irá desgranándole nombres conforme evalúe lo que tiene) y forjar llegadas a coste cero por jugadores que finalicen contrato o que sobren en sus equipos de origen y sean cedidos, operaciones que suelen concretarse al final del mercado.

Hace justo un año, Xavi García Pimienta empezó a modelar su Sevilla 2024/25 con una sola cara nueva, el extremo nigeriano Ejuke, y Almeyda empezará mañana con un solo fichaje, Alfon; hace un año, Víctor Orta debía resolver la situación de los Rafa Mir, Januzaj, Joan Jordán o Marcao, una papeleta que ahora le toca afrontar a Antonio Cordón; pero el decorado es aún más oscuro para el nuevo director deportivo que el que nublaba al hoy ejecutivo del Valladolid hace un año, pues en julio de 2024 acabó cristalizando el traspaso de En-Nesyri al Fenerbahçe por 19,5 millones, la deuda ha crecido en los últimos doce meses y el límite salarial es sonrojante.