Víctor Orta, con predisposición a firmar un finiquito por el 20% de su último año
El ya ex director deportivo del Sevilla ha mostrado buen talante para llegar a un acuerdo aunque está molesto con que Del Nido Carrasco negociase con Antonio Cordón mientras hablaba con Imanol
Gaby Ruiz y Alberto Cordero, acusado de ser ex ultra bético, despedidos con Víctor Orta
Víctor Orta ya es historia en el Sevilla después de que el club de Nervión haya anunciado su destitución junto con su equipo en la mañana de este miércoles 4 de junio. El ya ex director deportivo del Sevilla se marcha con los colaboradores con los que llegó en 2023 para relevar a Monchi: Gaby Ruiz y Alberto Cordero principalmente además de un par de scouts externos. Con ellos tendrá que hacer cuentas el propio Orta una vez firme el finiquito con el club de Nervión.
Tiene buena predisposición para ello Orta. No quiere irse mal porque ha sido comprensivo -el Sevilla fue su primer gran club de la mano de Monchi entre 2006 y 2013- y también entiende que en dos temporadas no ha cumplido el objetivo deportivo. Quizá sí el relativo a la reducción del coste de la plantilla pero indudablamente con el gravísimo riesgo de haber caído a Segunda División en las dos campañas. El susto de esta última ha sido especialmente grande. Y por eso en principio aceptará firmar un finiquito que no será tan gravoso como podría esperarse pese a que tenía un año más de contrato: en la primavera de 2023 firmó hasta 2026.
Según ha podido confirmar este diario, Orta ha expresado buena voluntad a José María del Nido Carrasco para aceptar como finiquito un 20% de los emolumentos que le correspondían en su último año de contrato, el correspondiente a la temporada 2025-26. El gestor madrileño también le ha manifestado al presidente sevillista su desencanto por haberse enterado por la prensa de que estaba negociando con otros directores deportivos y en particular que estaba muy avanzada la negociación con Antonio Cordón, que ya perfila con el comité de dirección sevillista los extremos de su contrato por tres temporadas.
Del Nido Carrasco le ha ofrecido ese 20% del año que le quedaba de contrato y en principio, si a la hora de firmar no se entremete algún abogado que quiera mirar con lupa el contrato que firmó en 2023, a ese acuerdo llegarán las partes para la indemnización por el despido. Será una cantidad que respetará el espíritu de las cláusulas indemnizatorias que quedaron fijadas en el contrato hace dos años. Es decir, esa cantidad no es exactamente lo que se firmó pero Orta entiende que puede respetarla después de quedar el Sevilla decimoséptimo a un punto del descenso.
No será por tanto tan ardua la negociación como la que sigue llevando el club para la indemnización de García Pimienta, que sí acudió al CMAC y al Juzgado de lo Social para denunciar su despido improcedente y así cubrirse jurídicamente para negociar con el Sevilla, que sabe que en su caso el contrato no tenía unas cláusulas tan específicas como las de Orta y tendrá que asumir un fuerte desembolso indemnizatorio.
Ahora queda llevar a los documentos la firma para la rescisión del contrato y la indemnización a pagar a Víctor Orta y su equipo de colaboradores según lo hablado entre el gestor técnico y el presidente sevillista, que ha sido quien ha llevado en persona la negociación con Antonio Cordón. En la de Imanol, en cambio, sí han participado ambos. Y ahí es donde está más dolido Orta, que entiende su despido pero no que haya sido usado hasta el final como director deportivo mientras el presidente ya negociaba con otro para sustituirlo...
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