"Si no salgo a morir, como el otro día, me dejan sentado en casa"
Manuel Escribano
El torero retorna a Gerena, tras su grave percance del pasado 7 de septiembre en Sotillo de la Adrada. Un toro le rompió la ilíaca y perdió más de tres litros de sangre.
El matador de toros gerenense Manuel Escribano retorna a su domicilio tras la grave cogida del pasado 7 de septiembre en la plaza de Sotillo de la Adrada (Ávila), donde un toro le empotró contra las tablas cuando prendía un par de banderillas al quiebro. El astado le rompió la ilíaca y el torero perdió más de tres litros de sangre camino del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, donde le intervinieron y se ha restablecido tras varios días en la UCI.
-¿Cómo se encuentra?
-La analítica da que todo está bien. Y mañana -por hoy- podré marcharme para casa. Ahora mismo camino como si tuviera 90 años. Llevo unas medias ortopédicas para que me circule bien la sangre por las piernas. Había un serio peligro de trombo en la izquierda.
-¿Cuáles son las previsiones médicas?
-Me dicen que la recuperación será muy lenta.
-¿Y usted qué opina?
-Yo también lo veo todavía lejos. Tengo los puntos del abdomen sin quitar. Espero ponerme derecho pronto. Supongo que en unos 20 días podré andar con normalidad y luego comenzaré a entrenar, a ponerme fuerte.
-¿Y torear?
-No sé. Serán más días, dependiendo de cómo me vaya recuperando.
-En una entrevista anterior dijo que hay que buscar el espectáculo a toda costa ¿Hasta ir en contra del toro, aunque le avise?
-Sí. El toro en los dos primeros pares fue bien. Al quiebro me esperó. Tardó. Le dije a un banderillero que lo tocara -llamara la atención con el capote-. Al arrancar ya me tenía fichado y no me cogió el cambio. Me llevó colgado contra las tablas y el choque fue terrible. Me agarré al pitón. Si no lo llego a hacer, me mata.
-Ese par tiene un plus de riesgo.
-Sí. Es un par cerrado. Lo intento hacer puro en todas las plazas. Si el toro no te coge el cambio, como sucedió, no te escapas.
-Si no le llevan de inmediato al hospital...
-De no llegar a tiempo al hospital me hubiese desangrado. Llegué tras perder tres litros y medio de sangre en el estómago y con las constantes vitales muy bajas. No lo hubiera contado. Sentí muy cerca la muerte en la enfermería. Había muchas dudas.
-¿Perderá la temporada?
-Sinceramente, veo muy difícil la reaparición este año. Porque para recuperarme totalmente y salir al cien por cien queda poco tiempo. Para volver al nivel que tenía lo veo complicado.
-¿Ha merecido la pena un trago así?
-Sí, hombre. Claro. Lo que más pena me ha dado es perder las fechas que tenía estos días.
-Supongo que es muy duro contar con escasas oportunidades.
-Si no salgo a morir, como el otro día, me dejan en casa. Además, mi tauromaquia es así. Yo salgo a por todas. Un día que no lo haga y quedo fuera, máxime con la situación tal como está.
-Mirando al futuro, ¿qué es lo más difícil para superar una cornada tan dura como esta?
-Hay que trabajar con todo. Espero recuperarme físicamente, pero también psíquicamente. Si me entrego fuerte lo puedo conseguir. Ahora que lo tengo en mis manos no puedo fallar.
-Su nombre está en boca de todos ¿Le han visto en su mejor nivel?
-No creo. Han visto mi proyección. Puedo llegar a mucho más.
-¿Está muy lejos de su meta?
-Sí. Me queda un 50% para seguir creciendo.
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