De la sucesión de Pagés: los efectos colaterales

EL REPASO

José María Garzón refuerza su posición en el damero empresarial mientras se suceden inesperados cambios de fichas de cara a la temporada 2026

Ramón Valencia renuncia a la vicepresidencia de la patronal taurina

Garzón abre una nueva era en la gestión de la plaza de la Maestranza

Paseíllo en la plaza de la Maestranza.
Paseíllo en la plaza de la Maestranza. / Juan Carlos Muñoz

Si hablamos en clave estrictamente taurina, la gran bomba informativa sigue siendo -con permiso de la incierta retirada de Morante- la concesión de la plaza de la Maestranza a José María Garzón al frente de la firma Lances de Futuro. La decisión del cuerpo maestrante implica, de paso, la defenestración taurina de la empresa Pagés que tiene un mes exacto para desalojar el vetusto inmueble de la calle Adriano y dar paso a los nuevos inquilinos. Es el final menos deseado a casi un siglo de toros que tuvo su primer hito en la reaparición de Belmonte y ha concluido con esa marcha inconcreta del genio de La Puebla.

Toca pasar página: el equipo de Garzón tiene ahora que trabajar a marchas forzadas para poner en pie una temporada que, día arriba o abajo, tendrá que estar aliñada por completo en torno al Miércoles de Ceniza -el 18 de febrero- para cumplir los plazos preceptivos de renovación de esos abonados que el flamante empresario del coso del Baratillo apuesta por cuidar, ampliar y reforzar con algún tipo de incentivo para elevar su nómina.

Anoet: cambios en el reparto de poder

Pero más allá de todo eso, esta ruptura de las líneas de frente -todos los contendientes empiezan a salir de las trincheras- está arrastrando su propio catálogo de efectos colaterales. El primero, seguramente también el más llamativo, ha sido la salida del propio Ramón Valencia de la cúpula de ANOET, esa asociación sectorial de la patronal taurina que ha visto volver a su mesa de gobierno al mismísimo José María Garzón de la mano de Rafael García Garrido, presidente de la misma y empresario de Las Ventas. Las cuitas de otro tiempo, que costaron sangre, sudor y lágrimas, parecen olvidadas. El vicepresidente de ANOET, usualmente, ha sido el empresario de Sevilla. Ya saben: no es nada personal, sólo negocios… La mesa de los grandes está cambiando de comensales.

José María Garzón, nuevo empresario de la plaza de la Maestranza.
José María Garzón, nuevo empresario de la plaza de la Maestranza. / Erasmo Fenoy

Las siguientes fichas del dominó han ido cayendo por sí mismas: el apoderamiento de David de Miranda por parte de la empresa Pagés se daba por hecho, condicionado -eso sí- a la concesión de la plaza de la Maestranza. Una cosa ha traído la otra. El diestro de Trigueros, que llegó a ser acompañado en la feria del Señor de los Milagros de Lima por Ramón Valencia Canorea, quedaba en una compleja situación que se ha resuelto con el sorpresivo debut en los despachos del mismísimo Enrique Ponce, que contará con Juan Ruiz-Palomares, su hombre de confianza, como conseller en cap. Miranda, en cualquier caso, está consiguiendo rentabilizar su condición de torero revelación de la temporada 2025. Debe contar en 2026 con otros nombres como el de Víctor Hernández, una de las últimas sorpresas que ha dado el foro. El siguiente reto, seguramente el más complejo, es mantenerse.

Llegados a este punto, todas las miradas se dirigen a Javier Zulueta, el último matador de la cantera sevillana, apuesta personal de Ramón Valencia que tendrá que decidir más pronto que tarde el rumbo de su futuro, escasos meses después de su lujoso doctorado en la última corrida de toros que han organizado sus todavía mentores en la plaza de la Maestranza. En realidad ahí se encuentra la pregunta del millón: ¿Estarían dispuestos los Pagés a seguir en el negocio taurino después de perder la verdadera cabeza de su imperio?

Borja Jiménez ya ha anunciado uno de los gestos más determinantes para 2026.
Borja Jiménez ya ha anunciado uno de los gestos más determinantes para 2026. / M.G.

Avance de carteles: la encerrona madrileña de Borja Jiménez

Mientras tanto, la feria de Fallas avanza su cartelería preconizando el doblete de Roca Rey, máxima figura en activo y Alejandro Talavante, que por más que haya liderado la estadística en 2025 sigue evidenciando el agotamiento de una tanda de toreros más que amortizada que debe abrir huecos cada vez más anchos a ciertos matadores, cada vez menos jóvenes, que corren el peligro de convertirse en una suerte de generación perdida.

También se avanzan carteles de Madrid. La feria de San Isidro, siguiendo la tónica de los últimos años, se presentará el próximo 5 de febrero en la gala habitual. Pero hay varios medios que ya han puesto ganadería, fecha y actuantes a dos de las corridas más relevantes: Alejandro Talavante, Roca Rey y Víctor Hernández serían los protagonistas de la corrida Beneficencia con los toros de Victoriano del Río el próximo 7 de junio. Una semana más tarde, en la llamada corrida In memoriam que en 2026 recordaría la figura de Rafael de Paula, habrá gesto de Borja Jiménez que se encerraría en solitario con un combo ganadero de Victoriano del Río. Todas las fichas van al mismo casillero..

Luto en la Alameda

Pero no podemos concluir este Repaso sin enviar nuestras condolencias a la dinastía de los Chicuelo. Pepita Amador, la mujer de Rafaelito Chicuelo, falleció inesperadamente el pasado jueves; justo el mismo día que se debía haber presentado en el Labradores la biografía que, editada por El Paseíllo, ha escrito Manuel Escalona reivindicando la grandeza de su suegro, el gran Manolo Chicuelo.

Con la marcha de Pepita se ensancha aún más el vacío de esa casa de la Alameda de Hércules que constituye un joyel, quizá anclado en el tiempo, de la fecunda Edad de Plata y el luminoso regionalismo hispalense en los que Manuel Jiménez Chicuelo fue un actor irremplazable cambiando para siempre los códigos de la profesión. Abrazo sincero a Manolo, Curro, a toda la saga. Descanse en paz.

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