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A una hora de Sevilla, en el municipio sevillano de Écija, se encuentra uno de los mayores descubrimientos que ha tenido lugar en la provincia y del que solo hay tres réplicas más repartidas por otros lugares del mundo, siendo la sevillana la que se encuentra en mejor estado de conservación.
Se trata de la Amazona herida, una escultura romana de una mujer guerrera caída y herida en batalla, cuya versión más famosa es la descubierta en Écija y que podría datar del siglo II d.C.
La escultura de la Amazona herida fue encontrada en el año 2002 en el interior del que fue un estanque romano que se ubicaba en la que es hoy la Plaza de España de Écija. Esta se halló gracias a unas excavaciones que se realizaron en la zona y que permitieron uno de los mayores descubrimientos de la zona.
La Amazona mide 1,85 metros de altura, a la que se suma la del pedestal, por lo que se trata de una estatua de gran magnitud. Originalmente, fue tallada en un solo bloque de mármol griego que en la actualidad se conserva casi completo, por lo que se trata de una escultura de gran calidad y de la que, de manera excepcional, se conservan vestigios visibles del color con el que fue terminada, algo único en este tipo de descubrimientos.
La de Écija muestra a la Amazona en posición erguida, frontal, apoyada en la pierna derecha, tensa y con el pie totalmente apoyado en el suelo; la pierna izquierda se muestra flexionada y retrasada, con el pie empinado, de manera que solo la parte anterior y los dedos anteriores tocan el suelo. La cabeza se inclina hacia delante y gira en dirección a la herida abierta junto al seno derecho, lo que equivale a moverse hacia el lado de la pierna de sostén. En cuanto a los brazos, alza y avanza el derecho, lo arquea por encima de la cabeza y posa sobre esta la mano extendida; dobla también el brazo izquierdo, pero lo lleva hacia detrás y lo apoya sobre el pilar, al tiempo que deja colgar la mano abierta con los dedos dirigidos hacia abajo.
En cuanto a su clasificación artística, se trata de una copia romana fechada en el primer tercio del siglo II d.C., a fines de la época adrianea y de un prototipo del clasicismo griego del siglo V a.C., comúnmente denominado amazona sciarra. De este mismo modelo se conservaban otros tres ejemplares que a día de hoy están ubicados en importantes museos alrededor del mundo (en el Metropolitan de Nueva York, en el Museo de Berlín, y en la Gliptoteca Ny Carlsberg, de Copenhague). Sin embargo, es la de Écija la única aparecida fuera de Roma, y que además se ha conservado más completa y de la que se aprecian trazas del colorido.
Compitiendo con las réplicas repartidas por importantes capitales mundiales, la Amazona herida de Écija se encuentra en la actualidad en el Museo Histórico Municipal de la localidad, ubicado en el Palacio de Benamejí. La duración de la visita a este espacio es de una hora y se puede hacer en español, inglés, francés, alemán, italiano o en una versión adaptada para los más pequeños. El precio de la entrada es 4 euros por persona y se puede adquirir a través de la página web de Turismo de Écija.
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