El chiringuito del centro de Sevilla donde nunca faltan los botellines, el flamenco y el ambiente de barrio

El centro histórico de la ciudad de Sevilla está repleto de bares y restaurantes que, especialmente en los últimos años, han cambiado de dueño o han abierto sus puertas desplazando a negocios anteriores para ofrecer comidas y platos más vanguardistas e internacionales. Esta tendencia, que no solo está teniendo lugar en ciudades como Sevilla, pone de relieve el proceso de cambio y transformación que están sufriendo los barrios en la última década.

Frente a estas tendencias, hay algunos negocios que están consiguiendo resistir y que mantienen no solo sus bebidas y comidas habituales sino también el tipo de clientela que siempre han tenido. Estos lugares siguen siendo el punto de encuentro de los vecinos y vecinas de los barrios que conforman la ciudad de Sevilla.

Uno de estos lugares es El Chiringuito, una taberna de pequeño tamaño que se encuentra escondida en pleno centro de la hispalense, junto a la Alfalfa, y en la que perdura la esencia de las tabernas de toda la vida.

Bar El Chiringuito

El Chiringuito se encuentra en la calle Huelva, número 34, una estrecha vía en la que cada día y especialmente los fines de semana, se reúnen decenas de personas para pasar un buen rato entre amigos y conocidos. En él no sirven tapas excesivamente elaboradas, salvo los fines de semana en los que hacen algún guiso, por lo que suelen servir algunos aperitivos y multitud de botellines fríos, algo que ha adquirido gran fama en esta zona de la ciudad.

Este establecimiento, que abrió sus puertas hace más de 40 años, en 1979, es además conocido por ser el punto de reunión de algunas personas de la zona que, de manera improvisada, se arrancan a cantar sevillanas, fandangos, bulerías y otros palos del flamenco, todo ello acompañado siempre de una guitarra.

Si ya era conocido antes por las personas del barrio, El Chiruinguito adquirió gran popularidad después de que el cantante Juanito Makandé le dedicara una canción titulada El Chiringuito a mi me hace volar, que interpretó con El Canijo de Jerez en un reportaje para Televisión Española.

Tal y como cuentan en este episodio de Vivan los bares, este establecimiento nace como uno de los primeros puntos de encuentro tras el franquismo, en el que se reunían decenas de vecinos para festejar, cantar y bailar, lo que lo acabó convirtiendo en una seña de identidad de la ciudad. A fecha de mayo de 2025, El chiringuito abre de lunes a sábado, de 18:00 a 24:00 horas y los domingos, de 13:00 a 23:30 horas.