La Guardia Civil salta a la pista de esgrima

Una capitana y tres agentes participarán en el Mundial Militar de Esgrima en Sevilla, el primero que se celebra en España

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Leandro Vidales y Ana Aleu se preparan en el gimnasio de la Comandancia de Montequinto. / Guardia Civil
Ignacio Muruve

15 de septiembre 2025 - 06:00

La Comandancia se erige a pocos metros de la ciudad deportiva del Sevillla FC. A lo lejos, la Universidad Pablo de Olavide y la primera estación del Metro. Dentro del fuerte que la Guardia Civil tiene en esta demarcación de Villanueva del Pítamo, el gimnasio es el lugar donde se prepara un sueño que sostienen cuatro personas.

Son la capitana Ana Aleu; Leandro Vidales, de la Oficina de Prevención de Riesgos Laborales de la Unidad de Protección y Seguridad (Uprose); y Patricia Quilón y Marco García, ambos de Fiscalía y Fronteras. Los cuatro tienen dos cosas en común: la profesión y la pasión por la esgrima.

Ahora, con la celebración en Sevilla del 48º Mundial Militar de Esgrima, van a tener la oportunidad de representar a su país en un evento de talla internacional que se celebrará por primera vez en España. Arranca este lunes 15 de septiembre (hasta el día 21) en el Pabellón San Pablo y se competirá en las tres modalidades: sable, espada y florete. Acudirán 350 participantes de 21 países.

Las mancuernas y máquinas de ejercicios conviven en el mismo espacio que las dos pistas de 14 metros situadas en el centro del gimnasio. Entre ambas, las otras máquinas, las de la puntuación de cada combate. En las paredes anexas a las puertas, las caretas de los esgrimistas se encuentran colgadas junto a las chaquetillas y los guantes. "Se trata de un evento a nivel mundial y es importante porque se va a celebrar en Sevilla, en España. Van a venir muchos competidores profesionales", declara Aleu antes de irse a estirar.

Ahí está el secreto del evento. "El nivel es muy alto porque muchos países brindan a sus deportistas de élite la posibilidad de pertenecer a cuerpos policiales o militares, como la Gendarmería francesa, los Carabinieri italianos o la Armada", dice la capitana. Italia y Francia son ejemplos de ello. Es una especie de segunda oportunidad para prosperar tras representar al país, circunstancia que en España no se da. "En nuestro caso trabajamos día a día como guardias civiles, como militares, y en nuestro tiempo libre y de ocio nos gusta hacer esgrima. Vamos a los campeonatos nacionales militares y nos clasificamos para poder ir al Mundial", comenta.

Leandro Vidales (izquierda) y Marco García combaten con el sable. / D.S.

Leandro Vidales, que compite en doble modalidad con florete y sable, ha sido tricampeón de España en florete. Aleu, Quilón y García son campeones en las otras armas. Cuando Vidales lo cuenta lo hace con orgullo, al igual que le da la máxima importancia a este evento en el que va a participar: "Para mí es lo máximo, digamos que es el tope de la carrera que me puedo encontrar. Es como cuando de pequeños veíamos 'Campeones', con Oliver y Benji, que iban jugando en el equipo del instituto y el último episodio era el Mundial. Tengo esa sensación. Haber conseguido clasificar para el Mundial para mí es lo máximo a lo que puedo aspirar". Recalca el nivel haciendo una comparativa que deja a las claras lo que se podrá ver esta semana. "Por lo que tengo entendido, creo que viene el número uno del ranking mundial. Es como si viniera Messi a jugar aquí al pabellón de San Pablo. Tener la oportunidad de ver a los mejores del mundo aquí, al lado de casa, no se debe desperdiciar", aconseja.

García bebe agua tras combatir con Vidales. La esgrima es un ejercicio de apabullante esfuerzo. El movimiento de pies se antoja fundamental y los brazos están activos constantemente. Avanzar y recular. Tres minutos al máximo. Cuando se seca el sudor, hace referencia a la visibilidad del deporte. "Al final los deportes son beneficiosos para la salud de la gente, entonces debería darse mucha visibilidad a todo tipo de deportes. Este es el único deporte olímpico de origen español, entonces eso es un plus para atraer a la gente", recalca. Su padre, Antonio García Hernández, fue olímpico en cinco Juegos. Cuando a su hijo se le pregunta por el significado de representar a España, reconoce que "es lo mejor, lo máximo". Y algo que para él es fundamental, que es lo que el deporte, la esgrima, le ha aportado a su trabajo diario: "Me ha enseñado muchas cosas que luego puedo llevar a mi vida cotidiana, como por ejemplo mantener la calma en momentos clave o tomar decisiones rápidas".

El sablista también aclara lo que se verá en San Pablo: "Se verá la esgrima en tres armas: la espada, el sable y el florete. Se van a ver esas tres competiciones de categoría masculina y femenina. Las finales serán el sábado". Dado el altísimo nivel que habrá, su compañero Vidales es realista con las aspiraciones, pero incide en lo que el Mundial significa para el equipo: "Si yo como guardia civil puedo presentarme a un campeonato nacional militar y tengo la posibilidad de clasificarme para un Mundial representando a mi país, eso es un premio muy, muy, muy grande independientemente de si se consigue destacar. Todos los tocados serán celebrados".

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