Doctorado en La Catedral
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Tras sus dos primeras victorias ligueras, el Betis se examina en uno de los templos del fútbol de Primera . La ausencia de Rubén Castro propiciará un cambio en la delantera con el posible estreno de titular de Santa Cruz.
Se respira ambiente de fútbol en la capital del Botxo, a la que el Betis llegó en la tarde de ayer, con la ilusión que se ha generado con Marcelo Bielsa y sus peculiares métodos de trabajo. El argentino, tan capaz de soltar una perorata en la sala de prensa como de innovar en las alineaciones, respiró el pasado jueves con la victoria en la competición europea, después de que en la Liga tropezase ante el Rayo Vallecano, con un empate en San Mamés, y el Espanyol. Pero si con atención se observa a este Athletic, no menos ilusiones ha generado el Betis de Pepe Mel, con sus dos triunfos ligueros que le han colocado en posición ventajosa con respecto a los alumnos de su clase.
El cuadro verdiblanco se toma su visita a La Catedral, uno de los templos por excelencia del fútbol español, como un examen que le permita doctorarse en la máxima categoría. Las sensaciones que transmite por el momento hacen soñar a su gente, pero nadie en el Betis quiere dejarse llevar por discursos triunfalistas que luego puedan hacer más dura la caída.
El primero que lanza mensajes de mesura es el capitán del barco, un Pepe Mel que tampoco quiere que su equipo se acompleje en tan majestuoso escenario. Esto provocará que el técnico no cambie su apuesta ofensiva en la alineación, a la vez que la misma no se realiza mirando a las estrellas -con dos campeones del mundo como Fernando Llorente y Javi Martínez- del rival. Ha escondido sus cartas el preparador verdiblanco, tanto al entorno, con las sesiones a puerta cerrada, como a sus propios futbolistas, por aquello de mantenerlos al máximo de concentración.
La ausencia de Rubén Castro, el goleador verdiblanco en las dos primeras jornadas, supone un contratiempo de altura para Mel, aunque el técnico ya se encargó de eliminar los mensajes negativos por su baja. Con un esquema similar al exhibido la pasada jornada ante el Mallorca, un 4-4-2 con Salva Sevilla como falso volante diestro, la dupla atacante recaería en Jonathan Pereira y Santa Cruz, siempre que éste otorgue su beneplácito. El paraguayo desprende profesionalidad y se ha ganado el respeto del vestuario y del entrenador con su comportamiento, y ahora le toca despejar las dudas sobre su rendimiento en el terreno de juego. Si finalmente no se encontrase en plenas condiciones, Mel apostaría por Jorge Molina, quien si bien no acertó con la portería en el encuentro ante el Mallorca sí estuvo presente en numerosas de las ocasiones de gol, con la opción de Pozuelo en la recámara.
Si algo preocupa tradicionalmente a los equipos que visitan San Mamés es la estrategia, donde el Athletic suele obtener grandes réditos a su poderoso juego aéreo. Los aficionados locales celebran los saques de esquina como si de goles se tratase y ahí habrá que tener especial cuidado a la hora de respetar los emparejamientos. Mel, por su parte, no se obsesiona con este asunto e incluso parece que apartará a Amaya del once para que regrese Mario, con la consecuente pérdida de centímetros en la zaga, aunque el canario sí domina otros aspectos del juego como la anticipación.
Tanto Betis como Athletic, como bien pregonan sus entrenadores, gustan de controlar el partido bajo el dominio de la pelota, por lo que la batalla del centro del campo se antoja decisiva. Ambos equipos presentan amplios porcentajes de posesión en las dos primeras jornadas, lo que en principio garantiza el respeto al balón, esa herramienta esencial para gobernar los partidos. Ahí, precisamente, aparece en el Betis un jugador como Beñat, criado futbolísticamente en Lezama y que fue descartado en su día por Joaquín Caparrós para el primer equipo. El de Igorre, ilusionado con su debut en el campo que siempre soñó de pequeño, debe demostrar que está preparado para la máxima categoría, algo de lo que casi nadie duda en Heliópolis.
Las rotaciones habituales en los equipos que disputan competición europea quedarán esta vez en el olvido, o al menos así lo señala el libreto de Bielsa, quien asegura que no se fija en la acumulación de partidos sino en los rendimientos que ofrecen sus jugadores para decidir su once.
Bilbao respira ambiente de fútbol y ni el cielo cubierto de nubes que recibió ayer al Betis a su llegada enturbia el horizonte verdiblanco. Cuando Ayza Gámez decrete el inicio del encuentro, el Betis de Mel querrá lucir sus mejores galas, esas que por ahora lo convierten en alumno aventajado.
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