Sin base sustituto de Evans una semana después de su marcha. Sin escolta que ocupe la plaza de Hill, más allá del contrato de temporero a Txemi Urtasun... Pero sí que llega otro parche en forma de cesión. Hacerle el trabajo de formación a otros, en definitiva, cuando lo que necesita el Betis Baloncesto son tres titularísimos para sacar la situación adelante. Pero de momento no es así.

El conjunto verdiblanco anunció de forma oficial el acuerdo con la Penya para que llegue como cedido el húngaro Zsombor Maronka, jugador de apenas 20 años y 2,08 metros de altura que ha jugado dos ratitos con el Joventut en lo que va de campaña: 32 minutos repartidos en seis minutos en los que ha anotado siete puntos. Es un alero polivalente que puede ayudar en otras posiciones, aunque no es lo que necesita el equipo, que afronta esta jornada un partido clave por la salvación en Zaragoza sin los esperados y necesarios refuerzos.

La dirección deportiva tardó un mes en darle a Luis Casimiro un ala-pívot desde la salida de Rodions Kurucs y la lesión de Báez hasta que llegó Tyson Pérez. Un mes jugando sin cuatro. de momento van tres semanas sin sustituto para Hill, el que debía ser escolta anotador del equipo y ahora tras la lesión de Fischer el juego interior está igual que antes de su llegada: con Gerun como única referencia válida, ya que Tsalmpouris juega más por fuera que por dentro y Sylla, que venía como quinto interior en verano, hace lo que puede.

Maronka empezó a formarse como base-escolta y su talla fue derivando su juego como alero. Debutó con el Joventut en la 2020-21, en la que jugó dos partidos, y el pasado curso disputó 17. Esta temporada ha participado en seis choques. El curso pasado el club verdinegro lo renovó hasta junio de 2027. Llegó a la Penya en 2016, con 13 años, cuando era cadete procedente del Szedeak Szeged, por lo que es jugador de formación, y los últimos años combinó los entrenamientos y partidos con el primer equipo con los del vinculado CB Prat.

Puede que sea un jugador interesante en otra plantilla, pero en un conjunto que se se juega en cada partido la salvación parece una broma pesada si es lo mejor que ha encontrado la dirección deportiva, la secretaría técnica y la dirección general para reforzar el equipo.