LIGA EUROPA · ZONA MIXTA

"Al final mereció la pena sufrir"

  • Iborra y sus compañeros, ebrios de felicidad, destacan el durísimo trabajo de toda la temporada

Fue escuchar el pitido final y los jugadores del Sevilla dieron rienda suelta a la montaña rusa de sentimientos que los acompañó durante algo más de 90 minutos. La alegría desmedida, aderezada con alguna que otra lágrima que más de uno no se preocupó por reprimir, invadió a un plantel que se deshizo en abrazos y gritos de euforia y corrió presto a celebrar con sus seres queridos el poder levantar su cuarta Liga Europa.

Aleix Vidal, incansable durante todo el partido, fue de los primeros en recalcar el esfuerzo que el Sevilla tuvo que realizar durante toda la temporada. "Queríamos conseguir este título otra vez y al final fue posible. Nosotros siempre nos hemos mantenido en la misma línea de trabajo. Que un equipo llegue a una final europea demuestra que ha hecho las cosas muy bien durante todo el año", comentó el catalán, que aprovechó para agradecer el empuje de la afición sevillista, tan necesaria en los momentos en los que el Dnipro amenazó con echar por tierra sus anhelos.

"La afición nos ha ayudado mucho. Podrán habernos dado el papel de favoritos, pero después se ha visto que el rival era un gran equipo y consiguió ponerse por delante en el marcador. Pero el Sevilla demostró una vez más que tiene lo que hay que tener y remontó. Y la afición estuvo siempre con nosotros", añadió el jugador.

Y si hay un gran artífice del éxito del Sevilla, ese es Unai Emery. Así lo reiteró Ever Banega, agradecido también porque el vasco le diera una oportunidad al pedir su fichaje en verano. "Tenemos un grandísimo entrenador que no se relaja nunca y que es capaz de sacar lo mejor de cada uno. Ha creado una competencia sana en el vestuario. En mi caso, me animó a trabajar desde el primer día. Doy las gracias a Monchi y a Emery por la oportunidad que me dieron", comentó el argentino, quien insistió en que el Sevilla tuvo que "luchar cada balón para no irse con las manos vacías".

Otro que derrochaba felicidad por los cuatro costados fue Carlos Bacca, visiblemente emocionado tras saberse de nuevo campeón y empeñado en que su hija, algo asustada por la algarabía que reinaba en el césped, disfrutara junto a él. "Estoy muy feliz porque pudimos conseguir el objetivo. Quiero dedicar este título a Dios, a mi familia que está en Colombia, a mi esposa y a mis hijos. Ahora quiero disfrutar este momento, pero también seguir adelante y poder ayudar al equipo", reveló el delantero.

Pese al poco tiempo que estuvo en el terreno de juego, Iborra, consciente del largo camino que tuvo que recorrer el Sevilla para alzarse victorioso en Varsovia, resumió el partido de una forma tan clara como cierta: "Fue difícil, pero al final hemos conseguido levantar otro título. Mereció la pena sufrir".

Que se lo digan a Fernando Navarro, protagonista destacado en la ceremonia de entrega de trofeos al alzar la copa. "Estoy feliz de la vida. Para mí es un privilegio poder levantar un título como éste. Llevo muchos años aquí y me siento uno más, muy contento por lo que hemos conseguido. Ahora toca celebrarlo", concluyó el primer capitán del Sevilla, que se marchó raudo junto al resto de sus compañeros para festejar a lo grande una hazaña histórica.

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