Se busca chivato, chivata, animal o planta

Los mediocres y resentidos buscan siempre chivos expiatorios con los que disimular su incapacidad

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Recreación de un chivo expiatorio.
Recreación de un chivo expiatorio. / M. G.

01 de marzo 2025 - 04:00

En el PP de Sevilla se afanan en el corte de una cabeza de turco para ofrendarla a un alcalde que ejercía diferentes y altas responsabilidades orgánicas cuando se emplearon fondos públicos para pagar sobresueldos en cheques, contratar una gran flota de autobuses para un mitin y pagar cuchipandas en plena crisis. No se pretende exigir explicaciones a nadie de aquellos gastos. Tururú. Importa poco mantener una cúpula de la Hacienda local bajo sospecha. Se trata de que alguien pague los platos rotos, de sacrificar alguna víctima en las fauces de El Enojado. Da igual que en el propio gobierno de la ciudad figura quien conoce desde hace años parte de la documentación que prueba un escándalo que ha tenido eco nacional. No servirá de nada la maniobra de satisfacer al alcalde, no impedirá que trasciendan contenidos (protocolizados y no) en medios varios que escapan a su control y al de los considerados chivatos. Ningún señalamiento de un chivo expiatorio (hombre, mujer, animal o planta, ¡qué más da!) tapará la verdad ni, por supuesto, reunificará el PP sevillano, fracturado desde que José Luis Sanz no alcanzó su objetivo principal: la presidencia del PP andaluz. Desde entonces se enrocó en la estructura provincial en constante confrontación (sorda) con Moreno. El resentimiento ha ido a más, sobre todo cuando el actual presidente de la Junta es aplaudido en Sevilla en la Magna, en visitas a mercados de abastos y ayer mismo en el Teatro de la Maestranza, mientras los sevillanos no muestran fervor ni rechazo por el alcalde. Ni frío, ni calor. El Enojado no está feliz y quiere pagarlo con alguien. Maldita amargura habiéndolo tenido tó. Después de la próxima buscará un culpable o una culpable entre los inventores del pergamino, política de Mortadelo y Filemón. O buscará en la perrera si ha sido un can (guau) el que ha mordido los papeles. O si la culpa es de una paloma mensajera. O de un palomo.

Se centra el problema en supuestos chivatos, chivatas, mediopensionistas o cofrades con las tardes libres, no en la gestión reprobable. No se activa un solo mecanismo interno para conocer la verdad: por qué se empleó dinero público en ciertos fines o por qué no se notificaron a Hacienda los pagos en cheques. Luego denuncian la falta de decoro y las mentiras del sanchismo, pero se benefician de la normalización de esas conductas. Miren a Mazón cómo se arrastra en el juzgado y se viene arriba en un improcedente foro matinal en el Ritz. Miren a Ábalos cómo fue echado tanto del Ministerio como del alto cargo orgánico, pero fue mantenido como diputado. El PP de Sevilla seguirá topándose con el muro de la división y las tensiones internas, porque no se entra en las causas: el resentimiento de los objetivos no alcanzados por un señor y su mesa de camilla. El PP andaluz logró una gran mayoría absoluta pese a Sevilla. Aznar la logró pese a Cataluña. La película continúa. Cada palo aguantará su vela. O no, que diría nuestro apreciado Rajoy. Chichichí. El coñazo del desfile... Rajoy es feliz. Nos encanta. ¡Viva el vino!

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